Economía y Sociedad

Este apartado está dedicado a describir someramente las condiciones sociales y económicas que imperan en Walküre, si bien no distan mucho de las propias de nuestro mundo contemporáneo. En realidad, poco ha cambiado, y podríamos considerar que el ordenamiento social, las costumbres de los pueblos que conforman las principales naciones del mundo, se mantienen tal cual o son muy parecidas a las actuales con algunas salvedades.

Las diferencias más palpables las podemos encontrar en los regímenes totalitarios, como el Tercer Reich y la Unión Soviética. Aunque se han producido avances y las restricciones propias de estas sociedades se han relajado, sus ciudadanos continúan sufriendo una merma en sus libertades individuales considerable. Sus nacionales pueden viajar al extranjero libremente, pero precisan de permisos especiales para hacerlo, visados que generalmente son expedidos sin demasiados reparos.

El servicio militar es obligatorio igualmente, tanto en los países del Eje como en la Unión Soviética y China, no así en los países aliados, donde después de la Segunda Guerra Mundial, sus ejércitos pasaron a conformarse exclusivamente con voluntarios y profesionales.

Las políticas abiertamente capitalistas (en el caso chino o soviético, conocida como Triple Representatividad), ahormadas a las características de los regímenes de corte autoritario, presentes en el Eje y el bloque comunista, han propiciado el nacimiento de una élite ejecutiva empresarial que ha copado los puestos más altos en el escalafón social, sólo por debajo de los burócratas y altos miembros del partido (la conocida Nomenklatura soviética o los Alte Kämpfer, la vieja guardia nazi, integrada por los más recalcitrantes nacionalsocialistas, pertenecientes a familias de raigambre dentro de la estructura política del régimen, conocidos despectivamente como Faisanes Dorados, o Goldfasanen en alemán). En realidad, aunque la ideología continúa impregnando decisivamente estos regímenes, ha quedado algo diluida en la planificación de la economía de estado, encaminada a maximizar los beneficios empresariales, para así poder destinar más recursos y riqueza al fortalecimiento de la nación en todos los ámbitos. Hoy día la lucha por la supremacía económica prevalece incluso sobre la militar. Como hemos dicho, esto es llamativo dentro de los estados comunistas, que han tenido que adaptarse para no quedar atrás ante la pujanza financiera de los estados liberales. Ejemplo palmario de ello vendrían a ser la política china conocida como “un país dos sistemas”, que se refiere a la convivencia bajo una única autoridad política de territorios con sistemas económicos diferentes: comunista y capitalista. Como ya hemos visto, bajo el mandato de Andropov, la Unión Soviética no tardó en imitar este modelo.

Aparte de los apparatchik, es decir, los funcionarios o miembros de las administraciones públicas, especialmente en la Unión Soviética, China, Italia y Japón, los militares conforman otra de las castas dirigentes en estos países. Junto al estamento castrense, podríamos situar a los servicios de inteligencia y fuerzas de seguridad del estado, especialmente numerosas y poderosas en los estados de corte autocrático. Por debajo del aparato del partido, militares y fuerzas de seguridad e inteligencia, encontramos a los empresarios, aquellos más importantes con lazos de unión evidentes con las altas esferas políticas. Y ya por último, emplazaríamos a los medianos y pequeños emprendedores, profesionales libres, obreros y gente común, conformando la base de la pirámide social.

Los ciudadanos de Tercer Reich o la Unión Soviética, viven bajo el constante escrutinio de un estado policial, donde la justicia es un mero instrumento de la voluntad política del partido. Con todo, desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, las condiciones generales se ha suavizado, permitiendo un perceptible incremento de las libertades individuales. Si bien los ciudadanos disfrutan de una mayor cuota de libertad, el estado prosigue fiscalizando con celo a sus nacionales. Este cambio es más notable en la Unión Soviética y China donde, conforme a las políticas de cambio, se ha incentivado la iniciativa empresarial privada, abriendo sus mercados a la inversión extranjera y liberalizando los precios de la producción agrícola e industrial, así como la propiedad de la tierra, medidas que han coadyuvado decisivamente en el desarrollo espectacular de sus economías.

Estas condiciones contrastan con las vigentes en los estados democráticos liberales, como Estados Unidos, Gran Bretaña, Canadá y otras naciones aliadas, donde la ley constitucional se establece independiente del poder ejecutivo y legislativo. El estado de derecho impera salvaguardando las libertades individuales, la propiedad privada y autonomía empresarial, dentro del libre mercado. Con todo, la vigilancia del estado sobre sus ciudadanos se ha incrementado notablemente, siempre atento a infiltraciones enemigas, espionaje industrial, militar y posibles actos terroristas, sabotajes y desestabilización política y civil. Algunas agencias aliadas, espían en secreto las comunicaciones privadas de sus ciudadanos, estableciendo redes de vigilancia sobre sistemas virtuales (Internet o La Malla) y móviles. Asimismo, las redes de espionaje han crecido sustancialmente, penetrando en todos los países enemigos, neutrales e incluso aliados.

Debido a la situación de Guerra Fría, los estados intervienen en la economía de forma más intensa de lo que las doctrinas clásicas del libre mercado consideran adecuada, en orden a salvaguardar el bien común y la seguridad nacional. La industria militar han crecido de forma exponencial, así como el gasto, convirtiéndose en la partida presupuestaria de dotación más abultada.

Una de las consecuencias más relevantes de la Guerra Fría ha sido el nacimiento de las megacorporaciones industriales. Debido a las perentorias necesidades de rearme, abastecimiento y continua investigación científica en muchos y diferentes campos, especialmente en el ámbito militar, han surgido grandes holdings empresariales, aglutinando firmas diversas bajo la misma administración ejecutiva. Estas corporaciones asimilan industrias a fin de integrar sus actividades y complementar unas con otras mediante sinergia. Debido a su creciente importancia, las megacorporaciones cuentan con la aquiescencia del estado, contado en sus consejos de administración con importantes dirigentes políticos. Adicionalmente actúan como un poderoso lobby de presión, siempre buscando obtener las mejores condiciones, contratos y prebendas. Poseen gran influencia en los gobiernos y se dice que, en muchas ocasiones, con tal de conseguir sus propósitos, no se detienen ante nada, recurriendo al soborno, la extorsión y otras prácticas incluso más oscuras. Gracias a sus casi ilimitados recursos, disponen de personal especializado siempre dispuesto a ejecutar las más arriesgadas misiones; podría decirse que cuentan con un pequeño ejército privado de mercenarios y especialistas con experiencia en fuerzas especiales y otras organizaciones gubernamentales.

Algunas de las corporaciones más importantes podemos encontrarlas en el Tercer Reich y Japón. La IG Farben alemana quizás sea el holding más poderoso del mundo, siendo una potencia en biotecnología, química y genética de vanguardia. Su valor accionarial y activos supera el producto interior bruto de algunas naciones de la Tierra. Otras corporaciones germanas importantes son Reichswerke Hermann Göring, Antimon y Krab Werke, especialmente en el ámbito militar y aeroespacial. También destacan los zaibatsu nipones Yasuda, Mitsui, Sumitomo, Mitsubishi y el todopoderoso grupo Hotaru.

En la Unión Soviética encontramos el super conglomerado industrial estatal Syzran CCCP, que dispone de gran cantidad de factorías trabajando en docenas de campos diversos relacionados, especialmente astronáutica, metalurgia, química, energía nuclear, maquinaria pesada y robótica avanzada.

En China señalaremos la corporación estatal Dagang, un monstruo industrial y militar de primer nivel, junto al grupo Taikong, expertos en robótica y tecnología aeroespacial.

En Italia sobresale Caligola Metalmeccanica, más conocida internacionalmente por Calígula S.p.A.

Ya por último citaremos algunos de los más importantes holdings aliados. El más eminente y poderoso de ellos, quizás de todo el mundo, es Starcluster Corporation, en cuya estructura podemos encontrar empresas tan importantes a su vez como Hyperphotonics o Galaxy Electric, descollando especialmente en tecnología aeroespacial y armamentística. Otras megacorporaciones son Dynapulse Systems Corp. (electrónica y robótica), Raychrome Incorporated (química y genética), Boeing Rocketdyne y Gatecore (informática y telecomunicaciones).

Citar también dos consorcios británicos, Trident Avro Aerospace y Vulcan Villiers.

Estos poderosos conglomerados verticales empresariales pagan cantidades ingentes de dinero vía impuestos, y emplean cientos de miles de obreros, aunque muchos de ellos han sido sustituidos por modernos robots automatizados. También disponen de sus propios planes sociales, programas de ayuda y asistencia humanitaria (aunque estas acciones altruistas no dejan de ser una cortina de humo, en la mayor parte de los casos, para ocultar otras actividades poco éticas).

La familia sigue manteniéndose como la unidad de referencia en sociedad. Si bien la familia nuclear tradicional es la más usual (hombre y mujer unidos en matrimonio o unión de hecho jurídica), el devenir de los años, el relajo en las costumbres tradicionales, los avances en genética y otros factores diversos que atañen a la libertad y sexualidad de las personas, han supuesto cambios relevantes. Hoy por hoy son normales familias monoparentales, o familias homoparentales, con la normalización de las relaciones homosexuales.

Aunque hay notables excepciones, pues en el Tercer Reich están prohibidos las matrimonios entre personas del mismo sexo, de hecho, toda práctica homosexual está proscrita por la ley 175 del código penal nazi. Es más, existe una oficina, la Reichzentrale zur Bekämpfung von Homosexualität (Central del Reich para la Lucha contra la Homosexualidad), encuadrada en el organigrama de la Kripo, encargada de luchar contra estas prácticas. De forma parecida, los homosexuales no son bien visto en la Unión Soviética, aunque no existe legislación que prohíba la homosexualidad.

Desde finales del siglo XX se evidenció un notable descenso en el índice de natalidad de las sociedades industriales avanzadas (exceptuando China y la India, entre otros países). Esto provocó la adopción de medidas extraordinarias por parte de los gobiernos para paliar este problema a largo plazo, incentivando la natalidad, aunque sin resultados reseñables. Dicha problemática tuvo un impacto menor en el Tercer Reich, gracias a la preocupación enfermiza del régimen por la planificación familiar, que premia los matrimonios tradicionales y la natalidad, con exenciones fiscales importantes, préstamos a coste de interés cero para familias numerosas, reducciones en las facturas de luz y demás, etc.

Gracias a las modernas técnicas genéticas, hoy es posible seleccionar el sexo de los niños y otros rasgos característicos, como color de ojos, pelo y demás. De forma parecida aunque más costosa, es factible depurar posibles defectos genéticos, enfermedades hereditarias y otras patologías de origen genético. Ya por último, aunque son procedimientos avanzados y muy onerosos, pueden aplicarse técnicas que posibiliten un aumento de las capacidades humanas normales (visión aumentada y precisa, sentido del olfato desarrollado, tacto super sensible, oído agudo, etc) incluyendo resistencia a determinadas sustancias, enfermedades y demás. Sin mentar la capacidad para interconectar tejidos biológicos y sintéticos, reprogramando genéticamente implantes biónicos y demás biomodificaciones (biomods).

Desde mediados del siglo XX se registró un notable aumento de las poblaciones urbanas, cuando muchos ciudadanos decidían abandonar el medio rural para instalarse en las ciudades. Este fenómeno fue especialmente notable en China y la Unión Soviética. Sólo en China, más de 220 millones de personas han migrado del campo a la ciudad en los últimos años. Desde 2007 la mayor parte de la población mundial vive en ciudades, algunas de ellas de tamaño y población descomunales. Por este motivo ha sido necesario mejorar la planificación de las mismas, a fin de ordenar y emplear el poco espacio disponible de manera más eficiente. Aunque esto no siempre se consiguió, especialmente en las grandes metrópolis de países en vías de desarrollo o que sufrieron un crecimiento desaforadamente rápido y convulso a finales del Siglo XX y principios del XXI, ciudades como Shangai (27 millones), Ciudad de México (26 millones), Sao Paulo (25 millones), Bombai (23 millones), Calcuta (22 millones de habitantes), Dacca (20 millones), Karachi y Manila (19 millones) y Yakarta (18 millones). Aunque las megaurbes más importantes de la Tierra son Tokio (40 millones de habitantes), Nueva York (30 millones), Guangzhou en China y Seúl en la Corea japonesa con 29 millones cada una. También destacar Moscú con 20 millones y Londres con 16 millones.

La vida en estas grandes metrópolis no es fácil, existiendo barrios enteros desfavorecidos, donde se hacinan centenares de miles de personas viviendo en condiciones precarias, acuciadas por la necesidad y el crimen rampante. Incluso la policía y las fuerzas del orden no patrullan determinadas zonas muy conflictivas, reducto de grupos disidentes, organizaciones criminales y turbios negocios. Por el contrario, las zonas céntricas, por lo general el corazón financiero y comercial de las mega ciudades, así como las zonas residenciales de lujo y clase media, se mantienen en orden, estrechamente vigiladas.

Los rascacielos, las estructuras que dominan desde finales de siglo pasado las ciudades, son hoy más que nunca edificios altamente tecnificados, inteligentes, podríamos decir, dotados de maquinaria robotizada de mantenimiento, disponiendo de redes avanzadas de comunicaciones, conexiones y comodidades domóticas. Muchos de estas enormes estructuras cuentan con todos los servicios necesarios en su interior, siendo posible vivir de manera autónoma sin necesidad de abandonar el edificio, incluyendo nodos de transporte urbano terrestre o aéreo, servicios sanitarios y de limpieza, incluso su propia policía.

Hoy, como ayer, las personas dedican una parte importante de su tiempo a ganarse la vida con un trabajo remunerado. A pesar de la incipiente expansión de la robótica aplicada, el sector industrial siguen demandando cantidades ingentes de obreros cualificados. Después del sector industrial, el sector primario es también vital, empleando centenares de miles de personas en la transformación de los productos naturales, usando modernas técnicas, maquinaria y tecnología genética, que permiten maximizar la producción intensiva de productos agrícolas y ganaderos. También se ha avanzado mucho en la acuicultura, siendo hoy uno de los sectores más tecnificados y punteros.

En un mundo conectado a las redes de información, con cantidades inconmensurables de datos viajando a velocidades de descarga y subida en constante crecimiento, muchos empleados pueden trabajar desde casa, con sus equipos autónomos. Podría decirse que el negocio de la información: su uso, aplicación, almacenamiento y proceso, se ha erigido en un elemento de capital importancia para las empresas, en especial sus departamentos de marketing. De igual manera, los modernos estados precisan de ingentes cantidades de equipos informáticos dedicados a procesar la información fiscal y gestionar las administraciones públicas de manera eficiente. La burocracia estatal ha crecido exponencialmente, así como el funcionariado especializado, en particular el dedicado al mantenimiento del orden público.

Cada vez es más importante el ocio y entretenimiento en las sociedades avanzadas, algo que no pasa inadvertido para los gobiernos, preocupados en fomentar y propiciar actividades lúdicas, como una forma eficiente de mantener el descontento a raya. Por ello, incluso en los estados de corte autoritario, ha crecido mucho la industria del entretenimiento, de todo tipo, actividad que genera una ingente cantidad de empleo, fundamentalmente juvenil. Los avanzados programas y juegos en entornos complejos de realidad virtual (especialmente de carácter pornográfico), redes sociales, deportes, drogas sintéticas de diseño, implantes y demás, conforman la principal fuente de ocio entre los jóvenes y no tan jóvenes.

En un mundo sumido en una guerra fría que se antoja eterna, los ejércitos de los países líderes han crecido desorbitadamente. Hoy día es una salida profesional muy demandada, especialmente por aquellas personas más desfavorecidas, que ven en las fuerzas armadas una salida a la pobreza. Dentro del ejército se puede recibir formación educativa e incluso universitaria, con oportunidades para los más dotados de promocionarse y avanzar en el escalafón.

Como resulta evidente, en una sociedad cada vez más tecnificada, la preparación de las personas es muy importante. Hoy, más que otra cosa, lo que diferencia al individuo de sus semejantes es su grado de preparación técnica, hecho que provoca las mayores desigualdades, por encima de otros factores, incluyendo raza o religión. El acceso a la universidad es costoso, y no todos pueden permitírselo, a pesar de los programas sociales. Es más, las universidades se han especializado en determinados campos, aumentando los años necesarios para licenciarse con éxito, así como los costos derivados. La educación primaria es obligatoria en la mayoría de los países, y es requerida para ejercer el más mínimo cometido remunerado. Todo aquel que no puede acceder a la educación superior, puede recibir un grado profesional técnico, en lo que se denomina educación intermedia.

Determinadas instituciones educativas privadas de prestigio pertenecen a grandes corporaciones empresariales, que se surte de sus mejores y más aplicados licenciados para emplearlos en sus estructuras corporativas. Los planes de estudio de estas instituciones se ahorman para adecuarse a las necesidades de las corporaciones propietarias.

De igual manera, especialmente en el Tercer Reich, existen universidades estatales controladas por el partido nazi con titulaciones específicas y exclusivas, destinadas a formar los futuros cuadros de mando de las principales organizaciones del estado nacionalsocialista. Algo parecido ocurre en la Unión Soviética, aunque en la URSS todas las instituciones educativas son estatales.

Tecnología

El lector habrá notado que, en la cronología planteada en el capítulo inicial del manual, se exponen gran parte de los descubrimientos científicos que moldean y caracterizan la ucronía que en realidad es Walküre, amén de otros sucesos de índole político, económico y militar. A continuación procederemos a contextualizar dichos avances y logros científicos y tecnológicos, para dilucidar cómo afectan a los hombres y mujeres de nuestro mundo, a la sociedad en general.

Energía

Desde 2020 el estándar energético pasó de la energía nuclear de fisión a la fusión, con las consiguientes ventajas derivadas. Siguen empleándose combustibles fósiles, aunque en una proporción limitada, debido al temprano avance en la tecnología de los vehículos eléctricos e híbridos al poco de concluir la Segunda Guerra Mundial, generalizando el uso de esta tecnología en el ámbito civil, lo que redujo significativamente la dependencia de los combustibles refinados del petroleo. Paralelamente, las energías renovables han experimentado un fuerte crecimiento, especialmente la energía solar.

En el campo aeroespacial destacan los vanguardistas motores de antimateria, los reactores de fusión y la impulsión iónica. Estos tres sistemas, o una combinación de ellos, son hoy el estándar como sistema de propulsión para grandes cosmonaves, ya sean civiles o militares. Para naves tácticas, como cazas, bombarderos o transbordadores, se emplean motores químicos de hidrógeno metálico.

Los grandes navíos de las principales armadas en la Tierra utilizan modernos reactores de fusión. Tecnología que es igualmente empleada, junto a la energía solar, como provisión energética a las grandes bases coloniales, civiles y militares, en la Luna, Marte y la Tierra.

Es importante reseñar el tremendo avance en la tecnología de células energéticas portátiles, de diverso tamaño y potencia, que alimentan todos lo artefactos personales imaginables: baterías de fundido-aire, baterías de supercondensadores de grafeno y otros materiales (como el siliceno) para pequeños aparatos, así como baterías nucleares y de antimateria para vehículos, equipos de generación portátil de energía y otros uso.

Genética y medicina

Uno de los campos de investigación más importantes es, sin duda, la genética. Ya no por las posibilidades inherentes en este campo y sus usos agroalimentarios (cultivos genéticos avanzados, animales mejorados genéticamente, etc), sino por sus aplicaciones médicas en humanos, con toda la carga moral e implicaciones éticas que se derivan de un uso inadecuado de la tecnología. Es evidente que la ideología nazi, impregnada de la teoría racial de la superioridad aria, significó que la genética aplicada sufriera un desarrollo mayor y más complejo en el Tercer Reich, y por ende, en los países aliados del Eje. No obstante, a mediados del siglo XXI el estudio y su aplicación médica industrial se generalizó en todo el mundo, convirtiéndose en un coadyuvante clave para el advenimiento del transhumanismo, es decir, de la traslación a una etapa superior del ser humano, libre de las limitaciones programadas en su carga genética primigenia.

A mediados de siglo ya era posible seleccionar a la carta las características fisonómicas del individuo, detectar y eliminar alteraciones o enfermedades genéticas. También resultaba factible aumentar las capacidades fisiológicas del sujeto tratado, como su potencia física, auditiva, ocular, olfativa, táctil, muscular, etc. Si bien estas terapias resultan costosas, a partir de 2060 el acceso a esta tecnología se democratiza, aunque también se regula administrativamente.

El impulso a la medicina también es espectacular, gracias en parte a los avances genéticos y la nanotecnología. Desde principios de siglo las técnicas quirúrgicas evolucionaron enormemente. Comenzaron a implementarse nuevas terapias que erradicaron enfermedades, así como el cultivo in vitro de tejidos y órganos, incluyendo tejido nervioso medular (2019), un avance clave que permitió tratar con éxito y regenerar lesiones medulares y cerebrales. A partir de la década de los treinta, comenzó a experimentarse con órganos sintéticos y componentes biocibernéticos compatibles con la naturaleza humana, llamados a incrementar las capacidades innatas personales.

Todos estos avances tuvieron un efecto inmediato sobre la población mundial, permitiendo acrecentar la esperanza de vida de las personas desde los ochenta años de media en 2010, hasta los 110 en 2075. Esta eventualidad, como es lógico, provocó un envejecimiento de la población global.

Si bien la mayoría de las enfermedades han sido erradicadas, incluyendo el cáncer, que puede tratarse con éxito en la mayor parte de los casos, otras enfermedades y afecciones han aparecido, fruto del avance tecnológico y las novedosas aplicaciones. La capacidad de la medicina moderna para curar es incuestionable, como lo es su potencial destructivo si se emplea con fines militares. Los nuevos virus sintetizados son tremendamente letales, y no son pocos los que sospechan que nuevas enfermedades como Mondfieber (Fiebre Lunar), cuyo primer brote se registró en 2051, tienen un origen militar. Huelga decir que, por efecto de la exploración espacial y la exposición del ser humano a ambientes extraterrestres, como Marte o la Luna, otras afecciones médicas desconocidas y enfermedades han surgido.

Desde 2021 las técnicas de clonación supusieron un cambio fundamental en la teoría médica y genética, con implicaciones éticas derivadas harto considerables. Gracias a estas técnicas fue posible recrear tejido, órganos e incluso extremidades totalmente compatibles con el paciente, evitando así rechazos inmunológicos. El nacimiento del primer ser humano clonado, la niña Shōwa, supuso una llamada de atención al mundo, debido a las implicaciones morales, más aún cuando este hecho se produjo en el ámbito de una investigación cooperativa de científicos del Tercer Reich y Japón, aliados consuetudinarios. Muchos países han legislado para controlar estas practicas, mientras naciones como el Tercer Reich llevan a cabo extensos y tenebrosos proyectos a fin de sacar el mayor rédito a esta tecnología (proyectos como Lazarus).

Las técnicas genéticas y de clonación, combinadas, supusieron el advenimiento de los biobots o ciborgs, seres parahumanos, donde la biología y la ingeniería mecánica se combinan para crear una nueva raza de seres autónomos, cuyo primer representante es el infame modelo Mengele alemán. En 2075, y en adelante, estos biobots comenzarán a representar un papel más importante en el mundo y las colonias del Sistema Solar. De igual manera, gracias a la clonación, es posible fabricar bioandroides, denominados bioroids (popularmente conocidos como sintéticos), es decir, seres humanos sintéticos desarrollados con técnicas biogenéticas y biogénesis. Es incluso posible diseñar parahumanos, o quimeras, introduciendo mejoras genéticas en los embriones sintéticos provenientes de otras especies.

En definitiva, en Walküre, podemos encontrar:

  • Humanos normales
  • Humanos con implantes y mejoras mecánicas
  • Humanos con mejoras genéticas
  • Humanos con mejoras genéticas e implantes mecánicos
  • Clones humanos
  • Clones humanos mejorados, bien con implantes o mejoras genéticas, o una combinación de ambas.
  • Biobots o ciborgs, seres parahumanos con mejoras genéticas e implantes mecánicos, dotados de inteligencia artificial.
  • Bioroids o sintéticos, seres parahumanos dotados de inteligencia artificial, que pueden implementar mejoras e implantes mecánicos.
  • Quimera, seres parahumanos sintéticos que combinan características genéticas y capacidades propias de otras especies animales diferentes a la raza humana.

Comunicaciones y computación

El mundo de Walküre, tal como el nuestro, pero de forma más avanzada y compleja, está conectado mediante millones de redes que a su vez se intercalan, combinan e interponen con una red mayor y más amplía, que denominaremos Web o Malla. Por este intrincando tejido de conexiones y servidores entreverados circula una ingente cantidad de información, de todo tipo, encriptada y pública. Hoy día todo aparato electrónico está conectado a la Malla y es accesible. El ser humano vive en constante interconexión con el mundo virtual, que crece y se fortalece cada día.

Con el tiempo, la tecnología para acceder y ampliar el espacio virtual ha crecido de manera exponencial, creando un espacio paralelo o, mejor dicho, cientos de mundos alternativos, donde se desarrollan todo tipo de actividades, muchas de ellas al margen de la ley. Podría decirse que esta urdimbre virtual es hoy, amén de un gigantesco laboratorio lúdico y de intercambio de información, un campo de batalla donde se dirimen algunos de los más oscuros combates entre las potencias enfrentadas, toda vez que un ataque cibernético puede ser tan destructivo como un millar de bombas nucleares.

Las ciudades modernas están trufadas de cientos, sino miles, de redes ópticas de espacio libre (FSO o Free Space Optical), conectadas entre sí, aunque hay muchas independientes o clandestinas que operan dentro de un círculo cerrado de individuos, generalmente para intercambiar información reservada o delicada. Estas redes no conectadas con la Malla son conocidas como Bandits (redes bandido), y son rastreadas por las autoridades.

Las redes ópticas locales puede intercambiar información y acceder a la Malla por puertas de acceso públicas o puertas secretas, llamadas catflaps (gateras) por los hackers. Es posible conectar con redes ópticas en la Luna y Marte, y a su vez acceder a la Malla desde estas localizaciones.

Hoy en día, el estándar de computador implementa procesadores fotónicos, aunque muchos aparatos siguen funcionando con procesadores y chips tradicionales empleando materiales de nueva generación.

Los ordenadores más avanzados del mundo son los computadores cuánticos, usados principalmente en sintéticos bioroids (en ocasiones complementado al cerebro humano, caso del modelo Mengele) para proveerlos de inteligencia artificial, y en los equipos de astronavegación de navíos espaciales civiles y militares, así como en sistemas de comunicaciones por entrelazamiento cuántico.

La tecnología computacional es omnipresente en el mundo de Walküre, desde los bioimplantes de comunicaciones, pasando por el software avanzado que permite operar a ciborgs, robots y bioroids. Hoy es posible colocar un pequeño dispositivo en nuestro cerebro que nos permite comunicarnos con la Red, o instalar un sistema de almacenamiento de datos sintético e incluso un sistema de control robótico a distancia, las capacidades y posibilidades son enormes, aunque el costo de algunos de estos procedimientos evita que se generalice su uso.

La mayor parte de la información sensible se almacena en bases de datos de cristales holográficos, con cientos de terabites de capacidad. Hay enormes equipos militares nacionales de almacenamiento y procesamiento de información cuya capacidad se calcula en petabites o incluso exabites. Estas bases de datos son denominadas fortalezas de cristal (por el cristal holográfico), e incluyen los archivos de las más grandes megacorporaciones. Las fortalezas de cristal están protegidas por modernos sistemas de defensa, denominados shroud (mortajas).

Tecnología militar

Sin duda, es uno de los campos de la ciencia que ha avanzado de forma más constante y dinámica. Es más, muchos de los descubrimientos efectuados provienen de necesidades planteadas en el campo militar. Por encima de todo, las armas nucleares suponen hoy los más formidables artefactos de destrucción masiva presentes en los arsenales de las mayores potencias de la Tierra, destacando los modernos misiles de fusión pura.

Otras armas importantes, especialmente para su uso en grandes astronaves, son los cañones electromagnéticos de riel, los torpedos de plasma, misiles kinéticos de cargas diversas, los cañones láser de alta potencia y los escudos defensivos magnéticos.

También hacer notar la existencia de grandes arsenales de armas bacteriológicas y químicas, de capacidades devastadoras.

En el campo de las armas portátiles, la munición cinética de proyectil continúa dominando el campo de batalla, aunque se han producido importantes mejoras, especialmente en la fabricación de munición y el mecanismo de las armas. Hoy la mayoría de la munición es accionada eléctricamente, careciendo de casquillo, algo fundamental para reducir el peso total del arma, al no disponer de aguja y mecanismo percutor. Hay diferentes tipos de munición: munición subsónica, munición telescópica, munición sin casquillo o con casquillo de polímero, etc.

A partir de 2030 comenzaron a popularizarse las armas láser y rifles Gauss, y más tarde, sobre la década de los 40, aparecieron los primeros rifles de plasma y pulsos tipo blaster.

El campo de batalla está dominado por los robots de combate autónomos y teledirigidos, drones aéreos, espaciales, marinos o terrestres. Es reseñable el empleo de modernos robots mecanizados, denominados coloquialmente como mechas o mechs. También importante es el uso de modernos sistemas de defensa magnetorreológicos, particularmente en prendas de combate usadas por los soldados de línea. También existen tejidos inteligentes que adquieren la tonalidad del entorno para mimetizarse con el mismo.

Cultura, entretenimiento y moda

El mundo virtual interactivo ocupa gran parte del ocio de las personas, especialmente videojuegos masivos y demás, cada vez más complejos y realistas. Aunque otros entretenimientos tradicionales subsisten, como el teatro e incluso el cine en hiper-3D. La televisión continúa siendo uno de los puntales básicos de la cultura popular, pudiendo ahormar sus contenidos a gusto del consumidor, gracias a la televisión a la carta interactiva. Las redes sociales son también elemento relevante, aunque a mediados de siglo se produjo una reacción colectiva ante al aislamiento producido por las nuevas tecnologías, propiciando un resurgimiento de las actividades lúdicas tradicionales en detrimento de las relaciones virtuales. La gente comenzó a salir a la calle de nuevo, para trabar amistad y relacionarse directamente con otros seres humanos, priorizando el contacto personal sobre el virtual, tildando a este último de impostado y artificial.

Con todo, el ciudadano del siglo XXI vive, como hemos visto, conectado a la Malla, y porta consigo cantidad de elementos electrónicos que han visto, en los últimos años, aumentar sus capacidades y disminuir su tamaño. Gafas de realidad aumentada, smartphones, pantallas plegables, ordenadores flexibles, tabletas y todo tipo de dispositivos electrónicos facilitan la vida de las personas, sin mentar implantes y otras mejoras biomecánicas. Todo hoy dispone de un chip u ordenador, desde la ropa, hasta los electrodomésticos y utensilios caseros.

Las casas modernas son prodigios de la domótica, donde cada elemento está controlado por computadores, a fin de hacernos más fácil el día a día. Aparatos robóticos mantienen limpio nuestro hogar, cocinan nuestra comida... e incluso los inodoros analizan la orina y heces en busca del menor atisbo de enfermedad.

El sexo continúa siendo el motor de la vida, al menos la parte más placentera de ella, sin más cambios que una visión harto más liberal, toda vez que las enfermedades venéreas no son ya un problema relevante (el HIV fue erradicado a finales de la primera década del siglo XXI) y las connotaciones y trabas religiosas se atenuaban, debido al progresivo desvanecimiento de los sentimientos religiosos en todo el mundo, según la Humanidad avanzaba en tecnología y potencialidad.

Otro de los elementos que ha ayudado al ciudadano corriente en su vida ha sido, sin duda, la robótica, que ha permitido todo tipo de asistencia autónoma, desde robots domóticos, bots asistentes y demás. Aunque, por otra parte, el aumento de la producción robótica en la industria, tuvo impacto en la tasa de desempleo, que gracias a los programas sociales y legislación, se atenuó con los años, aunque sigue produciendo problemas sociales y alteraciones considerables. Lo robots no son bien vistos por la gente.

En el campo de la moda, pocos cambios dignos de mención, más allá de que la gente hoy prioriza la comodidad sobre todo lo demás. Caso aparte es el Tercer Reich y la Unión Soviética, donde impera un estilo marcial en la indumentaria, predominando los uniformes, de diferentes organizaciones, militares y civiles.

Climatología

Durante siglos, el mundo ha vivido en una edad templada que ha mantenido las temperaturas dentro de una horquilla más o menos estable. Sin embargo, el desaforado desarrollo industrial, el constante aumento de la población y la depredación de los recursos naturales, han provocado cambios en la climatología. La tala indiscriminada de bosques, la perforación de los acuíferos naturales, la extracción de hidrocarburos con los que alimentar las grandes reservas petrolíferas, la emisión de gases contaminantes a la atmósfera y las pruebas nucleares, han dañado el frágil equilibrio del planeta.

Todos los informes de la comunidad científica apuntaban a un inminente cambio climático de consecuencias irreversibles si se persistía en el proceso de degradación ambiental. Pero ninguna potencia estaba dispuesta a dejar de acaparar recursos mientras el enemigo seguía, a su vez, aprovisionando sus propias reservas. Llegar a un acuerdo global era complicado por las especiales relaciones políticas y diplomáticas presentes entre los bloques contendientes.

Pronto el temido efecto invernadero, debido a las constantes emisiones de gases contaminantes a la atmósfera, se convirtió en una realidad. Las temperaturas comenzaron a subir gradualmente; no demasiado al principio, y a un ritmo que los gobiernos calificaron de proceso natural. Sin embargo, el mundo se dirigía hacia un cambio climático inevitable del que ya advirtieran los científicos, pero nadie estaba dispuesto a modificar su política especulativa.

Este proceso de calentamiento global ocasionó un retroceso de los glaciares, que se dejaron sentir sobre todo en los polos, así como un incremento significativo de las temperaturas. A su vez, estos cambios ocasionaron una serie de terremotos por la aparición de nuevas fallas en localizaciones donde antes nunca se habían registrado tales fenómenos. Durante años se sucedieron grandes periodos de intensa sequía –lo que provocaba terribles hambrunas–, que terminaban con drásticas etapas tormentosas que barrían todo a su paso. El proceso de cambio climático ya era un hecho y la población comenzó a exigir explicaciones.

Sin embargo, no fue hasta la aparición del informe Stern, donde no sólo se advertía del cambio climático, sino también de las consecuencias económicas que acarrearía este proceso, cuando las grandes potencias comenzaron a tomar en consideración la grave amenaza que suponía el calentamiento global. En dicho informe, se detallaba pormenorizadamente cómo afectaría el cambio climático a las distintas naciones y el coste económico derivado. El contundente informe provocó una auténtica revolución en las altas instituciones políticas, que dieron credibilidad –al menos en cuestiones económicas- a las valoraciones del científico.

Por primera vez las grandes potencias se enfrentaban a un enemigo común al que habrían de hacer frente de manera global.

Los acuerdos

Los siguientes años se celebraron reuniones al más alto nivel, destacando la Cumbre de Kioto de 2007, donde enemigos abiertamente irreconciliables se sentaron juntos para buscar un consenso, incluso se celebraron reuniones secretas, alcanzándose acuerdos de mínimos que, empero, resultaron beneficiosos para todos.

En el año 2020 se acordó una reducción drástica de las emisiones de CO2 a la atmósfera, con programas de reciclado de fábricas y empresas contaminantes y un empuje importante al sector de los biocarburantes y vehículos eléctricos, especialmente en países emergentes, pues esta tecnología ya era aplicada en gran medida por las principales potencias desde mediados del siglo XX.

Sin embargo, estas decisiones no podían paliar un proceso cíclico natural que había resultado acelerado por la inacción de las potencias en materia ecológica durante el siglo XX.

A mediados del siglo XXI comenzó a registrarse un descenso en las temperaturas globales. El clima marchó progresivamente hacia un enfriamiento generalizado, aconteciendo en el año 2059 el primer verano frío de la historia, afectando de manera global a todo el planeta.

Fue el primer aviso de que una nueva era estaba a punto de irrumpir en la Tierra.

La nueva glaciación

En la actualidad el mundo avanza hacia una nueva edad glaciar, un proceso incuestionable al que nadie sabe cómo poner freno. Las grandes potencias se culpan entre ellas de no haber contribuido lo suficiente para paliar sus efectos, aunque lo cierto es que se trata de un proceso natural irreversible.

Cada pocos años, las temperaturas bajan gradualmente en un lento declive que afecta a todo el globo. Los casquetes polares han recuperado en muy poco tiempo su extensión original y se expanden muy lentamente. Este proceso afecta principalmente a las naciones periféricas.

Aunque todos confían en que se trate de una fase planetaria –como sucedió con el calentamiento global–, lo cierto es que la mayoría de las naciones se preparan para una larga etapa glacial de consecuencias imprevisibles.