Base: Horizont

Base: Horizont


 

Nación: Estados Unidos y aliados

Localización: Sinai Planum

Población: 7.600 Habitantes

Colonias: Base Espacial Conjunta Ronald Reagan y Base Logística Endurance


 


 

La base aliada Horizont es una de las colonias más importantes situadas en el espacio, así como uno de los centros tecnológicamente más desarrollados de su tiempo. Aunque los americanos fueron incapaces de ser los primeros en conquistar Marte, sí supieron entender la singularidad propia del planeta y adaptarse mejor que nadie a su entorno. La base Horizont supone un hito en cuanto a diseño estructural se refiere, con la utilización de materiales nunca antes empleados y una tecnología propia que ha demostrado su eficacia en un entorno tan hostil como el que presenta el planeta rojo.

Pero llegar hasta este punto no ha sido fácil. Por el camino han quedado experimentos fallidos, misiones fracasadas y una carrera desenfrenada que perdieron a última hora frente a la pujanza nazi. A pesar de todo, el programa de exploración espacial aliado sigue a la vanguardia de la conquista y colonización de nuevos planetas. Marte supone sólo un pequeño paso para un proyecto que ya se marca nuevos objetivos y donde el planeta rojo jugará un papel destacado.


 

Historia

Desde que en 1949 los Estados Unidos crearan la National Aeronautics and Space Administration (NASA), ya se planteaban la posibilidad de colonizar Marte. Para la época no dejaba de ser una utopía, ya que aún la tecnología no estaba lo suficientemente desarrollada para tal empresa. Sin embargo, ya se tenían los suficientes datos sobre el planeta rojo como para aventurar que su colonización algún día sería factible.

No fueron los únicos que se plantearon tal posibilidad, ya que alemanes y soviéticos trabajaban en proyectos que contemplaban ideas similares. Como respuesta de la NASA ante esta amenaza a su hegemonía, la agencia norteamericana activó en años sucesivos una serie de proyectos que la situarán a la vanguardia de la conquista espacial. Buena muestra de ello son los programas Mercury, Gemini y Apollo, fundamentales para el conocimiento del espacio y la posterior conquista de la Luna.

Sin embargo, Marte seguía siendo una realidad aún lejana, aunque no imposible. Con el lanzamiento de las sondas norteamericanas Mariner comenzó la verdadera exploración del planeta rojo. Una vez perdida la carrera por la conquista de la Luna, los americanos pusieron en órbita marciana una serie de sondas que consiguieron captar por primera vez imágenes nítidas de la superficie del planeta rojo. Posteriores misiones confirmaron a los científicos norteamericanos lo que ya sospechaban: la posibilidad real de una futura expedición humana a Marte.

Los años siguientes se dedicaron en exclusiva a financiar un proyecto que permitiera a los americanos ser los primeros en colocar a un nacional sobre el planeta rojo. Se inició así una histórica carrera espacial donde entraron en juego no sólo la reputación de las diferentes agencias espaciales, sino fuertes intereses económicos y acusaciones mutuas de espionaje y contraespionaje con alemanes y soviéticos.

Pero, una vez más, las esperanzas aliadas de ser los primeros en lograr tal hazaña fueron hechas añicos cuando en mayo del año 2023, una nave tripulada del tipo Gneisenau alcanzaba Marte. La imagen del astronauta germano Joachim Albrecht Kleinheisterkamp clavando una bandera nazi sobre la superficie árida de Marte crea una fuerte conmoción en el programa aliado de exploración espacial y en todo el mundo libre, que ve así truncadas sus esperanzas de ser los primeros en conquistar el planeta rojo.

Apenas un año después, la NASA lanzó el Mars Habitat Unit en un viaje de seis meses que transportaba a los primeros astronautas norteamericanos al planeta rojo y cuyo destino era la zona de Sinai Planum, entre la meseta de Tharsis y Valles Marineris. A bordo viajaba el astronauta Ronald John Jr. Garan, que se convirtió así en el primer norteamericano en pisar el planeta rojo. En su equipo también se encontraba la ingeniera Alyssa Coleman, que se convirtió en la primera mujer en Marte.

Tras esta primera toma de contacto con el planeta, en años sucesivos comenzaron a llegar nuevos cargueros y misiones tripuladas al planeta para dar inicio a los trabajos de construcción de un asentamiento aliado en Marte. La zona elegida para la futura colonia se enclava al noroeste de Sinai Planum, en un intrincado sistema de valles entre la meseta de Tharsis y Valles Marineris conocido como Noctis Labyrinthus (Laberinto de la Noche). Este mismo asentamiento pasó a ser denominado base Quad 51 Yellowknife, aunque posteriormente será conocido como base Garan 51.

La construcción de esta primigenia colonia aliada no estuvo exenta de contratiempos, la mayor parte de ellos ocasionados por el carácter hostil y abrupto de la areografía marciana.

Al menos no eran los únicos, alemanes y soviéticos se enfrentaban a problemas similares en sus respectivas bases. Finalmente, los aliados optaron por replantearse el proyecto desde cero. Ya los nazis habían decidido soterrar su base aprovechando los pliegues y túneles de un antiguo cañón volcánico. De igual manera, los norteamericanos desecharon todos sus planes y decidieron emular a los ingenieros alemanes, ocultando su propia base en el interior del enorme cañón que forma el Valles Marineris, en una zona denominada Laberinto de la Noche, nombre que le viene conferido por su forma abrupta e intrincados desfiladeros.

El plan aliado pareció dar resultado, pues el resguardo natural ofrecía suficientes garantías para proteger la futura estación aliada que, a partir de ese punto, pasó a denominarse base Horizont.

A este nuevo avance se unió el revolucionario descubrimiento que fue llevado a cabo por la Universidad de Pensilvania en relación a la bioconstrucción. Científicos moleculares fueron capaces de alterar genéticamente ciertas bacterias para auto-sintetizar un material tan duro como la caliza. Este avance supuso toda una revolución, pues gracias a ello las grandes potencias ahorraron una ingente cantidad de peso a la hora de transportar el material de construcción en sus enormes y costosos cargueros, que tardaban meses en alcanzar su destino. De hecho, con este nuevo descubrimiento, la incipiente base Horizont aumentó su productividad, lo que dio origen a una nueva etapa de colonización marciana.

Mientras aliados y alemanes soterraban con éxito sus respectivas bases, otras naciones decidieron actuar de manera diversa. Tal es así, que los soviéticos se vieron gravemente amenazados al resultar dañados sus equipos de soporte vital tras recibir el impacto de un meteorito. Sólo sobrevivieron gracias a la ayuda de un equipo de rescate aliado, que se desplazó hasta la base soviética para asistir a los cosmonautas rusos. El trayecto hasta la colonia rusa supuso toda una odisea para el equipo de rescate, que apenas contaba con el material mínimo para superar los cientos de kilómetros de terreno árido y hostil que separa ambas bases. En ese tiempo hubieron de hacer frente a cañones de profundidad insondable, tormentas de arena que destrozaron sus equipos de orientación, un conato de rebelión… Todo hasta conseguir alcanzar la base soviética quince días después en la que se considera la operación de rescate más compleja de la historia de la exploración espacial hasta la fecha.

Este hecho suavizó las relaciones que mantenían las diferentes naciones asentadas en suelo marciano. Al fin y al cabo, todos se enfrentaban a peligros muchos mayores que las hostilidades que sufrían sus respectivas naciones en la Tierra y que, desde el lejano Marte, se veían como pequeñeces ante la inmensidad del reto que suponía la conquista espacial.

Durante los años siguientes, los aliados se dedican a consolidar y expandir su base. Se le añaden nuevos módulos de habitabilidad y la Sociedad de Naciones acuerda con los estadounidenses establecer una oficina provisional en Horizont. Paralelamente, se aumenta la base aliada para dar cabida a un espacio civil y se comienza a trabajar con empresas comerciales que desean explotar los recursos naturales que ofrece Marte.

Pero el planeta rojo sólo es una pieza en el entramado que compone el espacio exterior. Probablemente la más difícil de colocar, y la que servirá de base a una conquista que se promete intensa. La base Horizont resulta un formidable trampolín para futuras misiones y está considerada por los aliados como punta de lanza de su programa de exploración espacial lejana.


 

Descripción

La base aliada Horizont es una de las pocas colonias asentadas en Marte que permite un uso civil y comercial en su territorio. Esta política sigue la estela de experiencias previas tanto en la Luna como en las estaciones orbitales que norteamericanos y británicos poseen en el espacio y que han reportado interesantes resultados tanto a nivel social como económico.

Desde un principio se tuvo muy claro que la base se constituiría con una finalidad productiva y de uso comercial. Los millones de dólares invertidos en el programa espacial debían ser justificados de algún modo, y la incorporación de la iniciativa corporativa privada ayuda a compensar las pérdidas de un programa que absorbe buena parte del presupuesto anual.

Sin embargo, establecer la base y ampliarla de tal manera que pudiera acoger a un mayor número de individuos y organizaciones institucionales, equilibrando los intereses de cada proyecto, no resultó en absoluto sencillo. La hostil atmósfera marciana truncó los primeros intentos de consolidar una base estable en Marte. Sus vientos huracanados, acompañados en muchas ocasiones por tormentas de arena que sumían al planeta entero durante semanas en una nube de polvo, arruinaron los primeros intentos de construcción.

Aunque en un principio la posibilidad de construir una base subterránea fue desechada por los aliados debido al coste añadido que suponía, los estadounidenses seguían con interés las actividades del Eje en Marte, pues los nazis comenzaban a trasladar sus equipos pesados de construcción a la zona de Kasei Valles, abandonando parte de las estructuras en superficie. Esto hizo replantearse a los aliados su propia situación. Finalmente, los ingenieros hubieron de admitir que su programa de construcción era erróneo, pues para sobrevivir en Marte era necesario ocultarse de su hostil climatología.

La situación de los aliados, que controlan la zona designada como Valles Marineris, es inmejorable para estos propósitos. Este gigantesco sistema de cañones presenta una areografía labrada a base de canales y cañones naturales que lo convierten en la hendedura más profunda del Sistema Solar. Sus dimensiones son de 4.500 kilómetros de largo y su trayecto está dividido en diferentes secciones más o menos profundas y anchas en las que construir un asentamiento estable y protegido.

Tras muchos estudios se llegó a la conclusión de que la zona conocida como Noctis Labyrinthus (Laberinto de la Noche), en el borde occidental de Valles Marineris, era el emplazamiento idóneo para tal empresa. Se trata de un terreno revuelto y caótico compuesto por diferentes cañones que discurren en varias direcciones y rodean altos promontorios de roca volcánica. Un valle inaccesible y laberíntico que no sólo ofrece protección natural contra los elementos marcianos, sino que es una garantía de seguridad ante posibles ataques enemigos.

Para la construcción de la base Horizont se aplicaron los descubrimientos que años antes habían llevado a cabo científicos de la Universidad de Pensilvania en una nueva disciplina que comenzó a denominarse bioconstrucción. Estos experimentos consistían en la obtención de materiales aptos para la construcción a través de la alteración genética de bacterias capaces de sintetizar sustancias que posteriormente podrían ser empleadas para obtener materiales pesados. Este hallazgo revolucionó el modelo de construcción que se había diseñado para la colonia marciana. Con esta nueva fórmula se podrían sintetizar materiales de construcción directamente en Marte y a un coste muy inferior que transportar buena parte de ellos en enormes cargueros.

La efectividad de esta moderna técnica de construcción propició que la base aliada quedara construida en un periodo de tiempo considerablemente inferior al planeado. Además, lo hacía empleando materiales duros capaces de soportar las condiciones atmosféricas más adversas y el impacto de posibles micrometeoritos.

Esta ganancia de tiempo propició, a su vez, que la base Horizont ampliara sus expectativas de expansión para dar cabida a diferentes habitáculos y espacios destinados a diversas funciones, tal y como describiremos a continuación:

Pistas de aterrizaje y despegue: Noctis Labyrinthus es un intrincado sistema de galerías rocosas y cañones que dificultan el acceso a Horizont. Sin embargo, ingenieros aeroespaciales han conseguido crear todo un entramado de pasajes artificiales, aprovechando los canales naturales que conducen hasta la base aliada. Para ello se han servido de voladuras controladas hasta conseguir una serie de pistas de aterrizaje y despegue muy cerca de la base Horizont, en una enorme instalación astroportuaria denominada Base Espacial Conjunta Ronald Reagan (Joint Space Base Ronald Reagan). Se trata de una serie de grandes hangares blindados semisoterrados que sirve de plataforma de lanzamiento y recepción de aeronaves civiles y militares. Una vez dentro, los visitantes de la base son trasladados a través de túneles subterráneos mediante un monorraíl de levitación magnética desde la base Ronald Reagan hasta el interior de la colonia aliada. De igual manera, también es posible realizar aterrizajes o despegues verticales desde plataformas protegidas con paneles corredizos antirradiación.

Paralelamente a este sistema de pistas de aterrizaje, los aliados se plantean la construcción de un ascensor espacial. También se baraja la posibilidad de un sistema de despegue horizontal, que consistiría en una plataforma de lanzamiento cinético que “empujaría” literalmente al vehículo a una velocidad superior a la propulsión motora hasta colocarlo en órbita. Aunque aún los estudios no son concluyentes, algunos experimentos en este sentido llevados a cabo en Horizont hacen mantener las esperanzas en este tipo de tecnología.


 

Defensa: La base Horizont es uno de los emplazamientos mejor defendidos. El gobierno norteamericano ha hecho una fuerte inversión en su colonia marciana y la quiere preservar a toda costa de posibles ataques. Como complemento a su programa en superficie, los aliados pusieron en marcha el plan Red Shield (Escudo Rojo), que consiste en el despliegue de un sistema de satélites de defensa que orbitan a decenas de kilómetros alrededor del planeta. Este escudo es capaz de interceptar y destruir misiles en vuelo antes de que se aproximen siquiera a la base aliada. También son capaces de inhibir las comunicaciones del enemigo, de forma que podrían interferir el sistema de control de aeronaves hostiles.

A su vez, todo el perímetro de la base Horizont está protegido por una serie de baterías móviles sobre riel magnético que pueden desplazarse por todo el perímetro de la base para concentrar el fuego allá donde sea necesario. Así, por ejemplo, si la base fuese atacada por un flanco, las baterías del flanco contrario podrían trasladarse automáticamente a través de los rieles para reforzar el punto atacado.


 

Soporte vital y energía: La incipiente colonia aliada es una gran devoradora de recursos, por lo que la base cuenta con toda una red de condensadores de humedad que atrapan el escaso vapor de agua que viaja en la atmósfera marciana para almacenarlo en grandes depósitos. Sin embargo, este sistema resulta insuficiente para abastecer las necesidades hídricas de la base, por lo que las autoridades aliadas han ingeniado toda una red de canalizaciones que viajan por el subsuelo de Valles Marineris y la meseta de Sinai Planum para extraer agua de los grandes depósitos de hielo que se esconden a decenas de metros de profundidad bajo el subsuelo marciano. Una vez extraído el hielo, éste se procesa y viaja a través de kilómetros de tuberías hasta la planta de depuración que la base Horizont posee a escasos metros de su ubicación. Una vez allí, el agua congelada es tratada y mineralizada para su posterior consumo.

En cuanto a las demandas energéticas, la base aliada cuenta con modernas estructuras que contienen micro reactores de fusión de última generación, los cuales emplean células energéticas de antimateria y pilas nucleares para elaborar una energía prácticamente inagotable. Por seguridad, la colonia cuenta con un reactor de emergencia ubicado a decenas de metros de profundidad bajo la misma base y que se activaría de manera automática en caso de que fallaran los reactores primarios.


 

Al margen de todo lo descrito hasta ahora, el interior de la base Horizont cuenta con diferentes áreas y sectores que se categorizan por niveles en función de su naturaleza. Así, por ejemplo, existen plantas dentro de la base destinadas a un uso exclusivamente militar, científico o incluso un barrio civil. Aunque estos sectores están conectados por medio de corredores y ascensores, es necesario un permiso especial para desplazarse de un punto a otro o para acceder a determinadas áreas restringidas.

Entre los sectores más importantes que se ubican en la base aliada, podemos destacar los siguientes:


 

Gobierno y administración: Uno de los sectores más importantes en la base Horizont está conformado por una serie de plantas de oficinas desde donde se gestiona el control de la colonia aliada. Aquí no sólo tienen sus despachos los principales dirigentes del gobierno aliado, sino que otras administraciones poseen oficinas provisionales. Es el caso de la Sociedad de Naciones que, a falta de una base propia, utiliza de manera provisional la planta aliada para gestionar el desarrollo de una posible futura base desde donde tratará de establecer un cierto control en el proceso de colonización del planeta rojo. En esta base también hay un anexo ocupado por el embajador británico (sir Howard Henry Grey), que cuenta con una pequeña tropa de seguridad, integrada por un equipo del SAS.

Esta cercanía entre la organización internacional y los aliados ha generado no pocas polémicas y acusaciones de tráfico de intereses por parte del resto de naciones establecidas en Marte, que acusan a los aliados de connivencia con la Sociedad de Naciones para obtener un mayor rédito en el reparto de los recursos del planeta.


 

Ciencia e investigación: En la base Horizont se llevan a cabo multitud de pruebas experimentales y ensayos clínicos orientados a una futura expansión humana por el planeta rojo. Una de las principales áreas de trabajo de la base aliada se centra en la llamada regeneración planetaria, una disciplina que propugna que Marte podría volver a ser un mundo habitable en el futuro si se sustituyese el CO2 de la atmósfera marciana por oxígeno de manera artificial a lo largo de varios siglos. Este cambio propiciaría un proceso natural de calentamiento del planeta que mejoraría sustancialmente la atmósfera. Aunque no dejan de ser teorías de laboratorio, equipos científicos creen que esta hipótesis sería plausible en un futuro no tan distante.

Otro importante avance que se lleva a cabo en la base Horizont es la consecución de una energía de fusión nuclear ilimitada. Básicamente consistiría en un proceso similar al que activa las estrellas y por el cual varios núcleos atómicos de carga se unen y forman un núcleo más pesado y que libera más energía que las unidades divisibles que lo componen juntas. Hasta ahora el gasto energético que generaba este proceso era casi equivalente a la ganancia que se obtenía, por lo que apenas era tenido en cuenta. Sin embargo, con este nuevo proceso, que consiste en introducir un láser en el núcleo atómico más pesado, el consumo energético que se necesita para su activación es mucho menor y el rendimiento que se obtiene se multiplica hasta hacerlo casi inagotable.

Área militarizada: Se trata del sector más grande dentro de la base aliada. En esta zona, dividida a su vez en subzonas, se acantonan las tropas y aeronaves aliadas. Soldados norteamericanos conviven con asesores militares británicos y canadienses, aunque todos están supeditados a un mando único.

Este sector se encuentra delimitado en la planta principal de la base, que sirve de hangar y depósito de vehículos. Bajo su supervisión queda la seguridad de todo el complejo y son los responsables de la defensa de Horizont, así como de las bases logísticas desplegadas en la meseta del Sinai Planum. Precisamente en una de estas bases se ponen a prueba los modernos prototipos de mech especialmente diseñados para combatir en Marte.

Región civil: Más que de una sección de la misma base Horizont, se trata de un complejo anexo a la propia colonia marciana y dependiente de ésta, donde existe toda una ciudad que ocupa varios kilómetros de longitud. Esta megaestructura está conectada por medio de un gran túnel a Horizont, por donde transitan habitualmente un gran número de operarios y personal militar que abandonan el complejo tras finalizar sus guardias y turnos de trabajo para ir a descansar al barrio civil. La mayor parte del personal que trabaja en Horizont posee un pequeño habitáculo donde descansar lejos de la disciplina de la base marciana.

El sector civil cuenta además con una zona comercial y de ocio donde se pueden adquirir gran cantidad de artículos llegados directamente desde la Tierra. También aquí operan empresas con intereses comerciales en el planeta rojo, como operadores de viajes interestelares o industrias mineras.

La política aperturista que propugnan las naciones aliadas atrae a una cada vez más incipiente población civil a Marte. Al principio sólo los familiares directos de los trabajadores y personal de la base podían obtener un permiso especial de residencia. Sin embargo, este modelo cambió cuando empresas con intereses comerciales en Marte comenzaron a instalarse en la base, trayendo consigo a su propio personal. A día de hoy, cualquier ciudadano aliado puede obtener un permiso de residencia en Horizont siempre y cuando alegue algún tipo de conexión con las empresas que operan en el planeta o pertenezca a alguno de los cuerpos (diplomático, científico o militar) de la base aliada.


 


 

Gobierno

La financiación y construcción de la base Horizont sólo fue posible gracias a la cooperación de los principales países que conforman la alianza: norteamericanos, británicos y canadienses. Estas tres naciones sufragaron la mayoría de los gastos derivados de la exploración espacial y los tres forman una especie de tripartito que se reparte las funciones gubernamentales en la base marciana.

Por lo tanto, la división en el poder de Horizont está configurada por tres dirigentes principales: Robert Anderson, de los Estados Unidos; Judith Collins, agregada militar británica de la misión diplomática encabezada por H.H. Grey y Athan Yani, de Canadá. Esta coalición comparte instalaciones en la parte superior de la base, aunque poseen distintas áreas asignadas dentro del edificio y cuentan con sus propios equipos de consejeros y administrativos. Cada mañana están obligados a reunirse para tratar de consensuar medidas que faciliten el normal funcionamiento de la base aliada.

Si bien es cierto que de momento esta forma de gobierno democrático no ha supuesto mayores inconvenientes, tampoco es una fórmula que satisfaga a todos por igual. Hasta ahora no se han tenido que tomar decisiones transcendentales, pues ya viene asignadas directamente desde la Tierra, y apenas se tratan cuestiones banales que afectan a la convivencia y asuntos menores relacionados con la base marciana.

En esta coalición participa como invitado el representante de la Sociedad de Naciones (el canadiense Samuel Logan), ya que el consejo de la organización internacional se encuentra provisionalmente instalado en la base Horizont, así que, en cierta medida, también participa de las decisiones que afectan a la colonia aliada. Es precisamente esta cercanía la que ha provocado no pocas controversias con las demás potencias asentadas en Marte, que acusan a los aliados de connivencia y trato de favor por parte de la Sociedad de Naciones.

Al margen de polémicas, la madurez que está alcanzando la base exige una forma de gobierno cada vez más autónoma en las decisiones que debe adoptar. Hasta ahora, como hemos apuntado, la mayoría de las cuestiones relevantes le vienen ya dictadas desde el consejo aliado en la Tierra, pero cada vez son más las voces que reclaman una mejor forma de gestión, ya que la base crece exponencialmente y no pueden quedar a expensas de decisiones que se tomen desde la distancia. Por lo tanto, se plantea la creación de un mando único y ya algunos dirigentes tantean sus contactos de cara a crear alianzas en una cercana votación.


 

Ejército

Las fuerzas de combate aliadas tienen una fuerte representación en el planeta rojo, ya que se considera a éste como un punto caliente en el escenario de operaciones tácticas con previsión a una rápida expansión aliada por el Sistema Solar.

En la base Horizont se entrenan y adaptan al entorno los cuerpos de élite mejor preparados de los ejércitos que conforman las naciones aliadas. Todos los países aportan a sus mejores unidades militares y los dotan con la más moderna tecnología y armamento de última generación. Sin embargo, a diferencia de la forma de gobierno tripartita, en el estamento militar existe un mando único y todos los efectivos engrosan unidades tácticas únicas. Se preserva así una forma de actuación más eficaz e inmediata en caso de conflicto.

Entre las unidades de combate desplegadas en Marte, destacamos los siguientes cuerpos especiales:

  • 2ª División de Caballería Espacial USSCAV: Esta unidad de élite está especialmente entrenada para operar en el espacio exterior. Actualmente la unidad se encuentra desplegada en la Luna y Marte, aunque pronto las estaciones orbitales contarán con miembros de esta unidad, que ha demostrado su efectividad en entornos hostiles. La caballería espacial dispone del más moderno equipo de combate y transportes aeroespaciales articulados. En la base Horizont hay destacadas dos compañías.


 

  • 12th Special Forces Group (Spaceborne): En Marte está destacada la 6ª Compañía del 2º Batallón del 1er Regimiento de la 12º Special Service Force. Estas unidades pertenecen a las Fuerzas Especiales del US Army, integradas por operativos altamente cualificados, conocidos popularmente como Boinas Verdes. Sus cometidos principales pasan por realizar misiones en escenarios de guerra no convencional, defensa de instalaciones importantes, reconocimiento especial, acción directa y lucha contra el terrorismo. Los Boinas Verdes están equipados con el más moderno armamento y artefactos de última generación. Al menos 85 Boinas Verdes sirven actualmente en Marte.

En apoyo a este destacamento de las fuerzas de operaciones especiales estadounidenses, hay destacada una pequeña tropa de miembros del Special Air Service británico y el Special Air Service Regiment (SASR) canadiense, que se encuentran entre los mejores del mundo.


 

  • 10th Mountain Division: Las particulares condiciones areográficas de Marte, su carácter montañoso y abrupto, unido a sus bajas temperaturas, lo convierten en un escenario idóneo para unidades especializadas en operar en terrenos montañosos, como la décima división de montaña del US Army. Concretamente, se han desplegado en la base Horizont el 2º Batallón del 22º Regimiento de Infantería y el 1er Escuadrón del 71º Regimiento Mecanizado, ambos pertenecientes a 1st Infantry Brigade Combat Team “Warrior” (Primera Brigada de Infantería de Combate “Warrior”). También hay elementos del 548th Combat Sustainment Support Battalion, que se encarga de las imprescindibles tareas logísticas y de mantenimiento del equipo y las instalaciones de la base Horizont.

Las tropas adscritas a estas unidades disponen de modernos vehículos todo terreno, camiones de transporte, mulas robóticas, artillería de montaña y el más moderno equipo de alpinismo militar.


 

  • 11th Space Assault Division “Angels”: Desplegadas en la base Horizont podemos encontrar tropas de esta división, concretamente elementos de su 188th Assault Infantry Regiment. Estas unidades están dotadas de naves de asalto del tipo UH-55 Black Widow y aeronaves de transporte C-87 Spacetrain. Igualmente disponen de drones autónomos robóticos de vigilancia y ataque L-80 Sentinel. Los soldados de la unidad equipan armaduras ligeras de combate especialmente diseñadas para operar con seguridad en el entorno marciano.

  • 4th Fighter Squadron (4 FS) “Fighting Fuujins”: Pertenecientes a la 388th Fighter Wing, en Marte hay desplegado un escuadrón de cazas del tipo A-45 Havoc, preparados para actuar en apoyo de las unidades desplegadas sobre el campo de batalla.

  • 3d Special Operations Squadron: Este importante escuadrón de operaciones especiales tiene desplegadas varias unidades en apoyo de las tropas aliadas en suelo marciano. Generalmente opera con RPS (Remotely Piloted Spacecraft o naves aeroespaciales pilotadas por control remoto). Actualmente cuenta en la base Horizont con un ala de caza y reconocimiento integrada por drones MQ-5 de General Atomics.


 

  • 3rd Mech Armored Division “Spearhead”: Los aliados cuentan en Marte con elementos del 643rd Mech Destroyer Battalion (perteneciente a la 3ª División Blindada Mech “Spearhead”), equipado con moderna artillería antimech del tipo M40 Hellcat y los Marauder Assault-Mech MAM-35. Además, la unidad cuenta con el apoyo de un destacamento de infantería mecanizada dotado de servoarmaduras pesadas, adscritos al 23rd Armored Engineer Battalion (batallón de ingenieros blindados), también dentro de la 3ª División.


 

Al margen de las unidades militares, otras organizaciones se encuentran representadas en suelo marciano. Entre las organizaciones que cuentan con representación en Marte, destacamos las siguientes:


 

  • NSA (Agencia Nacional de Seguridad): Esta organización se encarga de la seguridad de la información e inteligencia de señales (SIGINT) que puedan afectar a la vulnerabilidad de las redes de información de la base. Sus equipos de ingenieros, a los que se denomina astrohackers, monitorizan, decodifican señales, rastrean redes informáticas y defienden el sistema de posibles ataques informáticos. Todos los agentes de esta organización están especializados en inteligencia de señales e informática cuántica. Se les considera un instrumento clave al servicio de las agencias de inteligencia y contrainformación.


 

  • CIA (Agencia Central de Inteligencia): Los efectivos de esta institución trabajan de manera secreta en servicios de espionaje y contrainteligencia con total autonomía de autoridades gubernamentales y militares. Incluso muchos de sus miembros se encuentran desplegados en bases enemigas donde trabajan de manera encubierta como simples operarios o personal administrativo. Toda una extensa red de captación de información al servicio de la seguridad aliada. La CIA tiene un gran poder, incluso dentro del mismo gobierno que la sufraga, ya que es una pieza clave en la seguridad nacional.


 

  • FBI (Oficina Federal de Investigación): Esta institución es la encargada de velar por la seguridad dentro de la colonia aliada, así como de investigar los crímenes y posibles actos delictivos que pudieran cometerse en la base Horizont o el territorio controlado por los aliados en Marte. Sus miembros trabajan en cooperación con las autoridades encargadas de la seguridad pública de la base.


 


 

Sociedad

Horizont es una de las pocas colonias humanas en Marte que permiten el libre acceso a personal civil en buena parte de sus instalaciones. En el planeta rojo se ha tratado de emular la política aperturista que tan buenos resultados ofreciera en la Luna, donde se consiguió, gracias a la corporación Gatecore, construir toda una ciudad que redundó en interesantes rendimientos económicos tanto para la empresa como para la propia colonia.

En Marte se ha vuelto a confiar en Gatecore para que diseñe un espacio civil. La idea es obtener una vía de financiación alternativa que permita sufragar los enormes gastos derivados del mantenimiento de la colonia aliada en Marte, así como ser fieles a la política de libre comercio.

El reto que se le plantaba a Gatecore pasaba por establecer un puente espacial entre la Tierra, la Luna y Marte. Lo primero que diseñó la corporación fue precisamente una gran flota de aeronaves que permitieran tal movilidad de personal y transporte de materiales. Aunque en un principio se sustentó mediante la flota aliada, pronto pudo contar con sus propios recursos que le permitieron, en relativamente poco tiempo, construir uno de los complejos civiles más grandes que se conocen en el espacio exterior.

A la nueva instalación civil se la denomina oficialmente Red Dawn y consiste en una gran estructura soterrada en las proximidades de Horizont y unida a la base aliada mediante un gran túnel. El terreno destinado para esta gran macro urbanización posee una extensión de casi 4 kilómetros de largo por 2 kilómetros en su parte más ancha. Esta gigantesca edificación aprovecha las cavidades naturales de Noctis Labyrinthus para su construcción. Su interior alberga toda una ciudad con calles peatonales, edificios residenciales y zonas de esparcimiento. Incluso cuenta con un pequeño astropuerto propio y una zona industrial, donde es posible encontrar todo tipo de mercancías llegadas directamente desde la Tierra en cargueros comerciales.

Aunque en un principio Red Dawn estaba destinada a albergar exclusivamente a familiares directos de los trabajadores y militares destacados en Horizont, pronto se hizo evidente que habrían de expandir los permisos de residencia para cubrir las demandas para habitar en Marte. En la actualidad, cualquier ciudadano que demuestre tener vínculos (laborales o familiares) con la base Horizont, puede optar a un permiso especial de residencia en la colonia aliada.


 


 

Personajes destacados


 

Judith Collins

Nacionalidad: británica

Cargo: Agregada militar del Reino Unido en Horizont

Edad: 43


 

Judith Collins es jefa de la oficina de la agregaduría militar adjunta a la embajada británica en Marte, encargada de representar los intereses del país. Esta joven oficial de intendencia comenzó su carrera cuando se presentó como voluntaria a un programa de gestión administrativa en futuras colonias humanas fuera del planeta. El máster la puso en contacto con destacados personajes del ámbito político que ocupaban puestos de relevancia en el establishment.

Desde entonces, la ascensión de esta prometedora joven ha sido meteórica. Más tarde cursó estudios de derecho internacional y obtuvo un premio por su brillante exposición sobre gestión empresarial en el espacio, que consistía en la estancia durante dos semanas en la estación lunar Tranquility. Desde ese momento tuvo claro cuál sería su futuro y a él destinó desde entonces todas sus energías.

Los años siguientes los dedicó por entero a entrar a formar parte del gabinete de asesoramiento de los aliados para asuntos espaciales. Gradualmente fue consiguiendo ocupar puestos cada vez más relevantes dentro del organigrama, hasta que finalmente fue seleccionada por el gobierno británico como agregada militar en la recién inaugurada estación Horizont en Marte.

No son pocas las voces discrepantes con esta designación, que acusan a la ambiciosa oficial de carecer de la experiencia necesaria para ocupar tan importante puesto. Sin embargo, ni sus rivales políticos pueden negar la disposición de Judith Collins para contribuir a la prosperidad de la colonia aliada, pues la dirigente es la más férrea defensora de una gran alianza con el resto de naciones asentadas en suelo marciano. Además, cuenta con la plena confianza del embajador, cuyo carácter apocado y enfermizo hace recaer sobre los hombros de Collins las más importantes decisiones. Desde su llegada a Marte, el embajador Grey sufre constantes migrañas, cuya causa es desconocida, y que le impiden asumir sus funciones. Convaleciente e incapaz, Grey ha delegado sus funciones en su agregado militar, mientras espera órdenes de Londres, que muy probablemente lo reclamará de vuelta en la Tierra. Muchos son los que sospechan que Collins será ascendida a embajadora en caso de que el Primer Ministro decida relevar a Grey de su puesto.


 

Samuel Logan

Nacionalidad: canadiense

Cargo: Representante de la Sociedad de Naciones en Marte

Edad: 51


 

El representante designado por la Sociedad de Naciones para que vele por los intereses de la institución en Marte hasta que ésta posea una base propia, hace tiempo que vendió su alma al diablo.

Aunque Samuel Logan es consciente de que su cargo tiene fecha de caducidad, está dispuesto a sacar rendimiento al tiempo que permanezca en el puesto. Por eso no tiene prisa en ver concluida la sede de la Sociedad de Naciones, ni se muestra disciplinado en la gestión del proyecto.

Desde su privilegiada posición en el interior de la base aliada Horizont, este diplomático en funciones no tardó en ser objeto de las más tentadoras ofertas para que sirviera como “informador” a los intereses de potencias extranjeras, que entrevieron la debilidad del dirigente. Los nazis no tardaron en sobornar a Logan con grandes cantidades de dinero a cambio de información. Puesto que Samuel Logan está presente en la mayoría de las reuniones de alto nivel que se llevan a cabo en Horizont, los datos que pueden proporcionar a las fuerzas del Eje son muy valiosos.

Para evitar sospechas sobre su condición, agentes del servicio secreto nazi (Ausland SD) y el propio Samuel Logan han ideado un plan de desinformación astutamente orquestado por el que el diplomático sería acusado de connivencia con las autoridades aliadas, incluyendo documentación falsa (creada por los servicios secretos alemanes) que supuestamente confirmarían la filiación de Logan con la CIA estadounidense. Los nazis esperan que estas acusaciones alejen cualquier sospecha del dirigente de la Sociedad de Naciones, mientras las autoridades aliadas cierran filas en torno al diplomático, por lo que implicarían aún más a éste en los asuntos de la colonia aliada. El plan, hasta la fecha, está dando buenos resultados, pues nadie sospecha de Samuel Logan. O casi nadie…


 


 

Bases dependientes


 

Base Ronald Reagan: La base Reagan es hoy un enorme y eficiente astropuerto militar y civil que sirve como plataforma de lanzamiento y recepción de astronaves que llegan o parten del territorio aliado en Marte. El edificio principal es un enorme depósito de varias plantas donde las naves pueden maniobrar con relativa facilidad y entregar su mercancía o ser cargadas. En realidad es una especie de terminal espacial con capacidad para operar un gran número de aeronaves al mismo tiempo. La estación Ronald Reagan está conectada con la base Horizont a través de un gigantesco túnel subterráneo por donde circulan constantemente vehículos especiales de transporte.


 

Base Logística Endurance: Al sur de la planicie de Sinai Planum, los aliados cuentan con un centro de investigación y estudio climático. Aquí trabaja permanentemente un equipo de investigadores especializados en la regeneración planetaria. Por otra parte, la misma base sirve también como puesto avanzado para 643rd Mech Destroyer Battalion, que acantona aquí una escuadra de mech especialmente diseñados para operar en terreno abierto.


 

Tramas para aventuras

  • Un grupo de operaciones especiales de los SEAL, que llevaban a cabo unas maniobras en Sinai Planum, parecen haber contraído algún tipo de enfermedad que los mantiene inmovilizados en el interior de un cañón de Valles Marineris. A contrarreloj, las autoridades de Horizont han puesto en marcha un operativo de rescate.

  • Un operario de la base Horizont, que estaba realizando varios trabajos de mantenimiento en el sector de ciencia, ha visto merodear por uno de los laboratorios a Samuel Logan cuando no había personal trabajando dentro. Ante la extraña conducta del diplomático de la Sociedad de Naciones, decidió seguirlo y vio cómo realizaba una serie de fotografías de todo el laboratorio y luego las enviaba por medio de un ordenador que llevaba oculto en la muñeca.

  • En Red Dawn ha aparecido el cadáver de una mujer descuartizada. Las autoridades no tienen ninguna pista sobre esta salvaje agresión, ya que la fallecida, una científica del laboratorio de bioquímica, residía sola y apenas se relacionaba con nadie. El FBI ha encontrado en el piso de la científica, ocultos tras una falsa estantería, varios tratados en hebreo sobre alquimia y astrología.

  • Científicos norteamericanos han hallado pequeñas muestras de microorganismos enterrados bajo miles de toneladas de hielo en el polo norte de Marte, que quedaron atrapados durante el proceso de enfriamiento del planeta. Podría ser la primera prueba verídica de la existencia de organismos extraterrestres. Por otra parte, una extraña organización secreta de carácter religioso trata de robar las muestras obtenidas.