Base: Marsbasis Einfall Aggregat 5

Base: Marsbasis Einfall Aggregat 5

Nación: Alemania

Localización: Chryse Planitia

Población: 8.200 Habitantes

Colonias: Base Logística y Operacional Kurt Knispel; Base Handel

NOTA: La base Aggregat 5 cambia su nombre en el año 2077 al de Marsbasis Reichsmarschall Herman Göring.


 

La base alemana Marsbasis Einfall Aggregat 5 no sólo supone un hito en la conquista de Marte, sino que es el emplazamiento humano más importante construido jamás en el espacio. La obra de ingeniería que supuso su edificación no tiene precedentes en la historia de la humanidad y en su desarrollo se utilizaron técnicas de construcción nunca vistas hasta la fecha. Para ello se crearon nuevos materiales y se experimentó con emplazamientos que ni siquiera se habían tenido en cuenta en estudios previos. Una obra formidable que surgió de la imaginación de los ingenieros nazis y que hoy es referente mundial en el dominio del hombre sobre entornos hostiles.

La colonia se erige en Kasei Valles, una zona que en épocas pretéritas tuvo una gran actividad volcánica. Aprovechando las oquedades petrificadas que horadaron los ríos de lava que un día surcaron la superficie, los ingenieros emplazaron la que habría de ser la primera colonia humana en Marte. Esta zona de areografía imposible se encuentra además muy próxima al punto de aterrizaje del primer astronauta que pisara la superficie marciana. Una escultura emplazada en el lugar exacto donde Joachim Albrecht Kleinheisterkamp pisara Marte por primera vez recuerda su hazaña.

Pero aspirar a conseguir la hegemonía en el planeta rojo no es tarea sencilla.


 

Historia

Desde que en 1957 los nazis iniciaran su programa de colonización espacial, con el nombre en clave de Walküre, hasta que consiguieron alcanzar la Luna en 1961 y, posteriormente, llegar hasta Marte con una misión tripulada en el año 2023, habían transcurrido casi setenta años de experimentación, éxitos y fracasos.

Por supuesto, en todo ese tiempo también tuvieron que hacer frente a presupuestos desorbitados y al pago de millones en prototipos y misiones que terminaron en sonados fracasos. Con todo, los alemanes siempre tuvieron claro que el espacio supondría en un futuro no muy lejano el nuevo tablero estratégico en la constante lucha por la supremacía. La Tierra era ya un mundo explotado, de fronteras casi inamovibles, y ya no suponía ningún reto para las ansias expansionistas del Reich que, lejos de haber frenado sus ambiciones colonizadoras, ahora bullía de nuevo ante los logros de su programa espacial y las oportunidades que se planteaban.

Los éxitos obtenidos en su programa de colonización lunar resultaron un acicate en la moral del pueblo alemán, que era testigo de cómo un compatriota era el primero en poner el pie en la Luna, asombrando al mundo. Fue entonces cuando todo el presupuesto invertido, las dudas sobre la conveniencia o no de una costosa carrera espacial y las cientos de vidas sacrificadas por errores y accidentes fueron recompensadas con creces. La Luna no sólo ofrecía una plataforma de lanzamiento privilegiada hacia la conquista de un nuevo mundo por descubrir, sino que además generaba importantes beneficios económicos gracias a la explotación de recursos naturales y el establecimiento de un puente aeroespacial entre el satélite y la Tierra.

Por desgracia para los alemanes, la burocracia internacional imponía límites a esta colonización unilateral y ya otras naciones reclamaban su espacio en la Luna. Rotas sus esperanzas de una utopía aria que se expandiera sin freno por el universo, Marte ofrecía una nueva oportunidad de alcanzar nuevas metas, y en este propósito se volcaron de nuevo todos los esfuerzos del Eje.

Tras muchos estudios sobre la viabilidad de tal empresa, los científicos alemanes concluyeron que el planeta rojo no les iba a poner las cosas fáciles.

Los ingenieros alemanes comenzaron a lanzar de manera secreta sondas de exploración a Marte. Esta vez no querían llamar la atención sobre sus intenciones y, aunque resultara complicado, deseaban conseguir establecerse de manera discreta sobre la superficie marciana. Si algo habían aprendido de su experiencia anterior con la Luna, era que el presupuesto destinado a investigación era casi tan importante como el destinado a proteger sus diseños y proyectos. Se extremó mucho la precaución en este sentido, con la puesta en servicio de un complejo sistema de contraespionaje e información que preservara sus secretos de agentes enemigos.

Sus operaciones encubiertas, llevadas a medio camino entre la Tierra y la Luna, se vieron recompensadas cuando en mayo de 2023, de manera sorpresiva, llega a Marte el módulo Adler en el que viaja el astronauta germano Joachim Albrecht Kleinheisterkamp, que se convierte así en el primer hombre en pisar la superficie del planeta rojo. El módulo de Albrecht tardó casi tres meses en completar la distancia que separa la Tierra de Marte y, en todo ese tiempo, los servicios de contraespionaje alemanes hicieron creer al resto de potencias que se trataba de una sonda de exploración meteorológica. La treta surtió efecto, porque ninguna nación sospechaba que los alemanes trataban de repetir su gesta de ser los primeros en colonizar un mundo distante.

Finalmente, el 7 de mayo del año 2023, para sorpresa de todos, Alemania anuncia que un ciudadano nacional ha conquistado el planeta rojo. En ese momento todas las pantallas del mundo muestran imágenes de cómo un astronauta abandona su cápsula espacial y clava una bandera nazi sobre la superficie roja de Marte. El hito tiene lugar en la región Lunae Planum, en el ecuador del planeta, cerca de Kasei Valles, un sistema de profundos cañones de origen volcánico y antigua cuenca hídrica del planeta.

Joachim Albrecht apenas está sobre Marte tres días antes de emprender el regreso. En ese tiempo, no sólo toma muestras del planeta y se pasea mostrando su gesta, sino que además deja sobre la superficie marciana el primer cargamento de material para lo que será el futuro asentamiento de una base alemana permanente en Marte.

A su triunfal regreso, la Deutsches Raumfahrt-Agentur (Agencia Espacial Alemana o DRA) ya tiene preparada una segunda fase de su programa de colonización marciana, que contempla el envío inmediato de nuevos equipos y maquinaria robótica para iniciar de inmediato los trabajos de asentamiento de la futura colonia germana.

Ante el poderío demostrado por los alemanes en su logro expansionista, el resto de naciones apuran sus propios proyectos destinados a asentarse en Marte. Este propósito es alcanzado por los norteamericanos apenas un año después, pero para entonces los alemanes ya cuentan con varias unidades robóticas en Kasei Valles que cimientan su base.

Sin embargo, la suerte es una vez más esquiva con los nazis, pues sus ingenieros pronto se percatan de la fragilidad estructural de la base que proyectan construir. La culpa la tiene una inesperada tormenta de arena que desbarata por completo los trabajos ya emprendidos y arruina el funcionamiento de algunas unidades operativas. Este suceso obliga a los técnicos alemanes a buscar un nuevo emplazamiento para su base.

El inesperado retraso supone casi una década de trabajos perdidos y millones en cuantiosos desperfectos de obras cimentadas que las inclemencias marcianas han arruinado por completo en pocos días. Al menos no son los únicos; americanos y soviéticos también sufren un revés en sus propios programas de construcción de una base en suelo marciano y se ven obligados a buscar alternativas.

La respuesta llegará en el año 2045, cuando los ingenieros alemanes se plantean la posibilidad de albergar una futura base intravolcánica en Marte, aprovechando los túneles de lava, algunos de varios kilómetros de profundidad, producidos por antiguas erupciones volcánicas.

En el año 2049 los alemanes comienzan a construir una base subterránea en Marte. Para ello se sirven de un profundo conducto de origen volcánico de varias decenas de kilómetros ubicado en la zona de Kasei Valles, muy cerca de donde aterrizara el módulo Adler que llevara a Joachim Albrecht a ser el primer hombre en pisar Marte.

La faja volcánica ofrece ventajas muy significativas con respecto a una construcción en superficie. Para empezar, la protección contra las radiaciones solares y espaciales son prácticamente absolutas, ya que la filtración lumínica es mínima durante el ciclo diurno de Marte. Otra importante ventaja es que la base queda protegida contra las potentes ventiscas marcianas que, como ya quedara demostrado en el pasado, podrían arruinar por completo una base entera y enterrarla en pocas horas bajo toneladas de arena. Por último, la temperatura ambiente en el interior de la oquedad se modera significativamente, lo que supone un ahorro energético importante.

En un principio, la construcción recibe el nombre de “Wolff”, aunque posteriormente será renombrada como Marsbasis Einfall Aggregat 5, o simplemente base Aggregat 5 o Neue Berlin, como la califican algunos de manera oficiosa. Su construcción atraviesa varias fases, en las que se van completando módulos de habitabilidad y revestimiento.

Aún habrían de transcurrir casi ocho años hasta que la base nazi se considerara operativa. Durante sus primeras fases se instalan diferentes equipos de trabajo, que incluyen personal administrativo, científico y operativo. A estas primeras etapas de su construcción se le añaden trabajos periféricos, como bases auxiliares de lanzamiento y bases logísticas en el sector bajo influencia alemana. Ya por entonces, la base contaba con generadores de paragravedad artifical Mazuw.

En el año 2061, Aggregat 5 comienza a operar también como base militar. Un destacamento especial SS de tropas panzermech es destinado al planeta rojo, con el nombre en clave Mechgruppe Werwolf. Este regimiento dispone de los más sofisticados mech de combate, bajo el mando del Standartenführer Natter Crinis, que equipan cañones de munición magneto hidrodinámica.

Años más tarde, Aggregat 5 comienza a recibir las primeras misiones civiles con permiso para establecerse en Marte y trabajar con fines comerciales. La Organización Todt será la primera entidad nazi en operar en la base con funciones de ingeniería y construcción. Aunque reticentes al principio, las autoridades alemanas se comienzan a plantear un futuro para Aggregat 5 como destino no exclusivamente operativo ni militar. A este fin se proyecta la construcción de un barrio civil y la posibilidad de crear un visado con fines comerciales y de turismo.


 


 

Descripción

Como ya hemos mencionado, los primeros intentos de construcción de una base estable en el planeta rojo fueron un sonoro fracaso tanto para alemanes como para aliados y soviéticos. Sus precarias construcciones eran una y otra vez desbaratadas por las inclemencias marcianas, fuertes ventiscas que podían durar varios meses y que impedían a la maquinaria robótica completar su trabajo. Y para cuando todo había pasado, los operarios se encontraban un panorama desolador, con dunas de arena que habían cubierto por completo las construcciones o, peor aún, toda la maquinaria arruinada e inservible.

Tras exhaustivos estudios de la superficie marciana, se consideró que el interior de una gran sima de origen volcánico en las inmediaciones de Kasei Valles era el emplazamiento adecuado para la futura colonia alemana. Se trata de un cauce de casi 10 kilómetros en su parte más ancha y unos 25 kilómetros de largo. Por la cuenca debió correr en épocas pasadas un gran río que, posteriormente, petrificó la lava de un volcán y, antes de enfriarse para siempre, dejó grandes bolsas de metano en su interior. El tiempo fue dejando escapar el gas de entre la lava solidificada, dando como resultado gigantescas oquedades entre la dura roca, algunas incluso de varias decenas de kilómetros, así como un intrincado sistema de túneles naturales, ideales para emplazar en su interior instalaciones de todo tipo.

Para la construcción de la Marsbasis Einfall Aggregat 5 se tuvo además en cuenta el material a emplear. Encontrar materia prima apta para la construcción en un terreno tan baldío como Marte resultaba una quimera. Tampoco transportarlo directamente desde la Tierra o la Luna en cargueros era una solución viable, pues encarecía enormemente el proyecto, además de resultar un proceso lento y, en ocasiones, frustrante. Los materiales sufrían un grave deterioro durante su desplazamiento de meses enteros y no siempre llegaban a tiempo de continuar con los trabajos, por lo que el proyecto sufría aún más retrasos.

Meses atrás, científicos norteamericanos habían obtenido un notable éxito en el campo de la bioconstrucción al alterar genéticamente bacterias que eran capaces de generar materiales duros como la caliza. Un equipo alemán compuesto por científicos de varias disciplinas, como biólogos, genetistas, arquitectos e ingenieros, experimentó con las posibilidades de esta técnica hasta conseguir emular los resultados de sus homólogos norteamericanos. Por consiguiente, aunque se considera un avance aliado, fueron los alemanes quienes primero pusieron en práctica estos descubrimientos en la base Aggregat 5.

De esta forma toda la base marciana se construyó con hormigón obtenido biológicamente en el propio planeta. Sus resistentes muros son capaces de aguantar las tormentas más terribles e incluso el impacto de la mayoría de los micrometeoritos. Aunque estos peligros objetivos quedan atenuados al tratarse de una construcción en parte soterrada y al resguardo de las inclemencias de Marte.

La construcción, como tal, obedece a un plan de diseño funcional, donde prima el uso práctico por encima del confort. Tras casi dos décadas de existencia, y una vez conseguido el objetivo de asentarse en el planeta, la base Aggregat 5 se enfrenta a importantes cambios arquitectónicos. Ya no sólo se busca dominar el planeta, sino crecer en tamaño y espacio para permitir un aumento demográfico exponencial. Incluso ya se baraja la posibilidad de una ampliación que incluiría un barrio civil y comercial.

Hasta que ese día llegue, la base nazi sigue operando en exclusiva a nivel científico, militar y técnico en un escenario cada vez más amplio. De momento, la colonia de los alemanes cuenta con los siguientes sectores:


 

Pistas de aterrizaje y hangares: Debido a la especial disposición de la base Aggregat 5 en el interior de una antigua cuenca volcánica, operar con los grandes vehículos de la flota nazi no resulta sencillo. Los pilotos de estas aeronaves deben estar capacitados para realizar complejas maniobras de aproximación y aterrizaje entre los estrechos desfiladeros que dejó la lava fundida. Para subsanar esta deficiencia, ingenieros nazis ya trabajan en la construcción de toda una red de pistas que horadan los canales volcánicos hasta comunicar la base con el exterior del planeta.

A este entramado de canales artificiales por los que acceden las astronaves le acompañan diferentes hangares (algunos ya plenamente operativos), que complementarán el sistema de acceso a la base alemana. De igual modo, un equipo de científicos ya estudia la viabilidad de un futuro ascensor espacial en Marte, que tan buenos resultados diera en la Luna y la Tierra.


 

Defensas: La seguridad es un tema que preocupa, y mucho, a las autoridades nazis en Marte. Aunque los canales y túneles volcánicos donde se ha construido Aggregat 5 ofrecen una considerable protección. Sin embargo, un ataque real con destructores orbitales que lancen misiles kinéticos al interior del cañón podría resultar desastroso para la estructura, pues el propio canal de lava dirigiría el efecto devastador de estas poderosas armas contra la base nazi. Ante tal amenaza, el gobierno militar en Marte dispone de toda una serie de baterías antiaéreas en el exterior que imposibilitan a cualquier astronave sin autorización aproximarse al perímetro de seguridad de la base.

De igual manera, los corredores artificiales que se están excavando en la zona de Kasei Valles y que conducen al interior de Aggregat 5 contienen torretas de defensa capaces de derribar en pocos segundos cualquier nave o vehículo intruso que haya sido capaz de burlar las defensas antiaéreas del exterior.


 

Sector energético y soporte vital: En el exterior de la base Aggregat 5 existe todo un entramado de tuberías y cableado de servicio para la colonia nazi que conecta el reactor de fusión de última generación y las células energéticas de antimateria de reserva que abastecen las cada vez más necesarias demandas de energía de la base alemana.

La parte superior de la colonia germana posee modernos condensadores de humedad, que recolectan, filtran y mineralizan el agua presente en la ligera atmósfera marciana. Aunque de momento esta técnica es insuficiente para abastecer la demanda hídrica que precisa el asentamiento alemán, no deja de ser un interesante experimento que podría llegar a sustituir en un futuro al actual sistema de abastecimiento de la base. Hasta la fecha, la principal fuente de agua de Aggregat 5 es un complejo sistema de extracción y canalización del hielo que se encuentra en el subsuelo del planeta. El proceso se lleva a cabo en varias plantas logísticas repartidas por Chryse Planitia (territorio bajo control alemán), que canalizan el hielo extraído hasta converger en este punto, donde también es tratado y mineralizado para su consumo.


 

Área militar: Ya en el interior de Aggregat 5, la colonia alemana cuenta con un importante despliegue de fuerzas armadas. Un importante sector de dicha construcción está ocupada por hangares y áreas destinadas a uso exclusivamente militar. El espacio, además de los barracones y edificios gubernamentales, cuenta con una gran planta diáfana, donde la flota alemana tiene emplazadas sus naves y vehículos de intervención rápida: pequeñas aeronaves de ataque capaces de desplegarse en pocos segundos. También aquí se acantonan los regimientos mech del Tercer Reich y las unidades de infantería espacial.


 

Administración: La parte superior de la estación Aggregat 5 está ocupada por el personal administrativo civil y militar que gestiona el funcionamiento de la base. En la planta administrativa tienen su despacho los principales dirigentes. Pero no sólo ellos, pues aquí conviven altos funcionarios del partido nazi con destacados miembros de la Wehrmacht. También es el emplazamiento donde operan otras unidades de fuerzas especiales agregadas al estamento militar, como la temible Geheime Staatspolizie (Gestapo), el servicio de espionaje de la Ausland SD o el enigmático personal de la Sociedad Thule.


 

Sector técnico: Probablemente se trata del único sector no militarizado de toda la base, pues desde aquí se gestiona el correcto funcionamiento de la instalación alemana con toda una plantilla de operarios e ingenieros de alta cualificación. Además, aquí se concentra la mayor parte del equipo, pertrechos y maquinaria que precisa la base para seguir operativa.


 

Experimentación y ciencia: Aunque los científicos alemanes tienen fama de precisos y altamente competentes, lograr establecer una base permanente en el planeta rojo supuso todo un desafío para ellos. Sin embargo, supieron aprovechar mejor que nadie hipótesis que otras potencias habían desechado hasta desarrollarlas y completarlas con nuevos datos. Gracias a no descartar ninguna teoría, por muy heterodoxa que pudiera parecer, lograron ser los primeros en colonizar el planeta y asentarse en este nuevo mundo. De hecho, la comunidad científica en Aggregat 5 posee un importante espacio en la base donde lleva a cabo multitud de experimentos de diferentes áreas y disciplinas.

Al hilo de lo que comentábamos, gracias a los avances en el campo de la mutación genética, con la que se logró alterar el genoma de ciertos microorganismos para generar materiales de construcción de manera natural, científicos alemanes han desarrollado diferentes técnicas biotecnológicas de vanguardia. Entre otros resultados, han conseguido que bacterias de tipo anabaena, capaces de habitar cómodamente en las condiciones atmosféricas de Marte, procesen CO2 y nitrógeno para crear azúcares con los que sostener otras colonias de bacterias, las que, a su vez, son empleadas para fabricar plásticos, aceites lubricantes y combustible sintético para pequeños vehículos.

Otro importante descubrimiento fue llevado a cabo por un equipo de trabajo en el campo de la bioclimatología. El experimento consistía en crear nubes con un rayo láser. Para ello, se disparó un láser con una fuerza de 220 milijulios de golpe en una cámara cerrada y a una temperatura de -25º con aire saturado de agua. El resultado fueron nubes de humedad que derramaron agua de lluvia en el interior de la sala. En unas condiciones como las de Marte, con una atmósfera helada y la tenue presencia del agua, los científicos alemanes esperan ser capaces en el futuro de generar pequeños chubascos a nivel local sobre el planeta rojo.


 

Gobierno

Al igual que ocurre en la Luna, donde la asignación de cargos de responsabilidad viene determinada por el grado de confianza que poseen los dirigentes dentro del partido nazi, en Aggregat 5 se sigue esta norma no escrita. En la actualidad, el cargo de máximo dirigente lo ostenta el General der Flakartillerie (teniente general de artillería antiaérea) Bernhard Rust, antiguo piloto de combate de la Luftwaffe, astronauta y compañero de aula de Joachim Albrecht Kleinheisterkamp, primer hombre en pisar Marte.

La formación de Bernhard Rust como gobernador de la estación Aggregat 5 es indiscutible, pues ha estado preparándose durante tres décadas para ocupar el puesto. Empezó su carrera como piloto en las fuerzas armadas alemanas (Luftwaffe), donde su pericia le valió un puesto destacado entre los mejores aviadores. Pocos años después, Rust, un hombre siempre inquieto, abandonaría el ala de caza de la Luftwaffe para completar el duro entrenamiento como oficial paracaidista, siendo asignado al mando del Fallschirm-Flakregiment Hermann Göring (Regimiento Flak Paracaidista Hermann Göring), dentro de la división de élite de la Luftwaffe, la Fallschirm-Panzer-Division 1 Hermann Göring (1ª División Panzer Paracaidista Hermann Göring). Más tarde, Rust sería seleccionado entre otros muchos oficiales de la Luftwaffe para comandar las misiones que habrían de conquistar el espacio. En la promoción de Rust estaba Joachin Albrecht, así como otros muchos pilotos de élite con los que compartió vivencias durante los duros años de entrenamiento. Sin embargo, un accidente aéreo durante unos ejercicios truncó la carrera de nuestro hombre dentro del programa Walküre para la colonización del espacio. Aun así no abandonó el programa, sino que se le mantuvo como administrador del mismo, dada su competencia y conocimiento en profundidad del medio. No tardó en ser condecorado y ascendido a teniente coronel en el campo de su especialización, el arma antiaérea, pero aún tuvo que aguardar casi treinta años antes de que fuera llamado a ocupar el cargo de gobernador de la base Aggregat 5.

La estricta disciplina militar del comandante Rust se impone en la colonia germana, donde el antiguo piloto gobierna con firmeza los designios de Aggregat 5. La base tiene una clara vocación colonizadora y esto puede verse reflejado en el gran número de efectivos que el Eje tiene movilizados en Marte. El planeta rojo no es ajeno a los conflictos que se producen en la Tierra y la Luna que, inmediatamente, también tienen su reflejo en el planeta rojo. Por eso, en Aggregat 5 prima la seguridad ante cualquier otra actuación. El comandante Rust ha vivido los suficientes conflictos como para saber que, antes o después, la guerra estallará de nuevo y, cuando eso suceda, quiere estar lo más preparado posible.

Sin embargo, los tiempos están cambiando. El nuevo sistema aperturista llevado a cabo en la Luna, con el libre acceso para personal civil, pronto tendrá también su reflejo en Marte. De hecho, ya hay un principio de ampliación de la base germana para dar cabida a civiles, lo que inquieta al comandante Rust.


 

Ejército

Como ya hemos mencionado, Aggregat 5 es una base fundamentalmente militar y con una clara vocación colonizadora. De hecho, casi todo el personal que habita en la colonia germana está relacionado con el ejército o forma parte de algún cuerpo anexo al estamento militar.

Por lo tanto, no es de extrañar que las fuerzas armadas alemanas cuenten con una fuerte presencia en el planeta rojo, casi en igualdad de efectivos que los destacamentos lunares o en los puestos de avanzada militares que Alemania tiene desplegados por todo el mundo.

Por lo tanto, todos los estamentos militares, en mayor o menor medida, tienen su representación correspondiente en Marte. Incluso algunas tropas de élite han sido entrenadas en concreto para desenvolverse en las especiales condiciones ambientales del planeta rojo.

Las Fuerzas Armadas Alemanas (Wehrmacht) están integradas por la Marina de Guerra (Kriegsmarine), las Fuerzas Aéreas (Luftwaffe) y las Fuerzas de Combate Espaciales (Raumwaffe). Todos estos cuerpos se completan con unidades especiales de espionaje, contrainformación, reservistas y organizaciones puente entre la jerarquía militar y el régimen nazi.

Entre los distintos cuerpos que la todopoderosa Wehrmacht tiene destacados en Marte podemos señalar los siguientes:


 

  • SS-Polizei Mechgrenadier Regiment 7: El primer batallón del 7º Regimiento de la infame 4. SS-Polizei-Panzergrenadier-Division sirve en Marte, a las órdenes del SS-Sturmbannführer Max Siry. Esta unidad realiza labores de vigilancia de las instalaciones, así como funciones policiales. Sus tropas cuentan con modernos equipos de exploración, trajes de vacío y servoarmaduras ligeras y pesadas de combate.

  • Fallschirm-Flakregiment Hermann Göring: Una compañía de este regimiento de armas antiaéreas de la famosa Fallschirm-Panzer-Division 1 Hermann Göring (1ª División Panzer Paracaidista Hermann Göring) se encuentra en la base alemana, sirviendo en las baterías antiaéreas que defienden las instalaciones.

Al mando de esta unidad está el mayor Hanns-Horth Jakoby.


 

  • SS-Gebirgsjäger Regiment 12 “Lothar Debes”: En Marte han sido desplegadas varias compañías pertenecientes a este regimiento, parte de la laureada División de Montaña de las Waffen-SS Nord. Desde el inicio de la presencia militar nazi en el planeta rojo, se hizo evidente, dada la abrupta areografía marciana, la necesidad de operar con unidades especialistas en combate alpino a bajas temperaturas. La unidad ideal para el desempeño de estas funciones no era otra que la división Nord, habida cuenta de su historial de batalla. No en balde, parte de la unidad se encuentra desplegada en la Antártida, donde participaba en operaciones bélicas en dicho teatro de operaciones en el pasado.

Al mando de esta unidad se encuentra el SS-Standartenführer August Schmidhuber.

  • Batallón Schwere Mechmarsjäger-Abteilung 512 “Otto Carius”: El Batallón Pesado de Cazadores Antimech 512 “Otto Carius” es un destacamento blindado de mech pesados especialmente formado para combatir en las duras y abruptas condiciones de la areografía marciana. Esta unidad cuenta con los nuevos mech pesados del tipo Mechjäger Jagdtiger Ausf. B. La unidad, de la cual una compañía ha sido destacada en Marte, fue nombrada en honor al famoso comandante que sirviera en esta afamada tropa en sus inicios durante la Segunda Guerra Mundial, Otto Carius.

La compañía desplegada en el planeta rojo está bajo el mando del mayor Sagan Knispel.

  • Schwere Panzer-Abteilung 502: Este batallón está equipado con los más modernos y efectivos tanques pesados. Los mejores pilotos de la Wehrmacht son asignados a esta unidad de élite. La historia de este batallón se remota hasta la Segunda Guerra Mundial; de hecho, fue la primera unidad en recibir y emplear el panzer Tiger I o Panzerkampfwagen VI Ausf. E. La mayor parte de su historia operativa se fraguaría en el duro Frente Oriental, convirtiéndose en uno de los más exitosos batallones de tanques pesados alemanes de la historia al destruir 1.400 tanques enemigos y 2.000 cañones.

Esta unidad ha sido la primera en recibir los nuevos tanques planetarios del tipo Tiger (conmemorando el legendario modelo empleado en los campos de batalla de la Segunda Guerra Mundial). Se trata del Panzerkampfraumwagen IX Ausf. H Tiger, fabricado por Henschel. Este carro de combate ha sido especialmente diseñado para poder operar en todo tipo de terrenos, desde el blando regolito lunar hasta las pedregosas llanuras marcianas. Puede ser desplegado en condiciones de baja gravedad y ausencia de atmósfera. Posee inductores de gravedad artificial y sistemas de soporte vital. Su tripulación consta de dos operadores: piloto y copiloto. La primera compañía de este batallón está desplegada en Marte, actualmente bajo el mando del capitán Franz Bölter.

  • Jagdgeschwader 54 (JG 54) “Grünherz”: En Marte opera uno de los escuadrones de caza más notorios de la Luftwaffe/Raumwaffe, el II/JG 54, que dispone de los modernos cazas Raumjäger Me-113 fabricados por Messerschmitt. Este escuadrón opera dentro de una unidad especial denominada Grünherzgeschwader, que engloba un escuadrón de naves de carga, Transportgeschwader TG-54, y un escuadrón de drones robóticos de vigilancia y ataque, Drohnegeschwader DG-54.

La unidad está al mando del Staffelkapitän (líder de escuadrón) Horst Trautloft.


 

Además de las unidades militares de combate, el ejército alemán cuenta con importantes destacamentos de fuerzas especiales anexas al estamento militar. Entre otros cuerpos de seguridad, los nazis operan con los siguientes grupos y organizaciones en Marte:


 

  • Ausland SD: Es un servicio de espionaje y contraespionaje exterior perteneciente al veterano Servicio de Seguridad Nazi (Sicherheitsdienst). La sección del Ausland SD está bajo el mando del SS-Hauptsturmführer Hermann Maringgele apodado “Skalpell” (escalpelo, en español).


 

  • Geheime Staatspolizei (Gestapo): La policía secreta del estado ejerce varios cometidos en Aggregat 5, aunque se centra principalmente en operaciones anti terroristas, contrainteligencia, espionaje, activismo político, territorios ocupados y asuntos raciales. Esta sección está comandada por el SS-Obersturmführer Rolf Czurda.


 

Sociedad

Hablar de sociedad en Aggregat 5 es hablar de un estado militar donde todo está sujeto al escrutinio del aparato nazi, que controla todos los aspectos de la vida en la base.

Los miembros de la comunidad están sometidos a una férrea disciplina y al constante escrutinio de las fuerzas de seguridad nazis. Todo el personal civil, incluyendo a científicos, ingenieros y operarios, aunque no pertenezcan a la Wehrmacht, se consideran supeditados a la autoridad militar.

En la actualidad, está proyectada la construcción de un área civil, tal y como ya ocurriera en la Luna. Una primera fase de esta ampliación incluiría un barrio civil con zonas residenciales y de esparcimiento, donde los familiares de los oficiales destacados en Marte podrían habitar con un permiso especial. Más tarde, en una segunda fase de este plan, se incluiría la ampliación del área civil a negocios y empresas privadas interesadas en la explotación de los recursos que ofrece Marte. De hecho, algunos operadores turísticos de vuelos espaciales ya se interesan en crear un puente espacial que incluiría la base en la Luna y Marte en su futura oferta de ocio.


 


 

Personajes destacados


 

Bernhard Rust

Nacionalidad: alemán

Cargo: Marsgauleiter und cheff der Marsbasis Einfall Aggregat 5

Edad: 68


 

Bernhard Rust es un hombre de férreas convicciones. Militar de carrera y miembro del partido nazi, Rust ha pasado las últimas tres décadas formándose para ocupar el cargo de Gauleiter (líder de zona) en la colonia alemana de Marte.

Pero el comandante no siempre estuvo al servicio burocrático del régimen. Antes de comenzar su formación como político, Bernhard Rust era uno de los mejores pilotos de combate con los que contaba la Luftwaffe, aunque posteriormente serviría en la división Hermann Göring. De hecho, su pericia al mando de los más modernos prototipos y aeronaves del Eje le valió el pasaporte para formar parte del ambicioso programa Walküre destinado a colonizar el espacio exterior. En esa etapa se prepararía con los mejores y más destacados oficiales del ejército alemán, de donde saldría el equipo humano que habría de poner por primera vez a un hombre sobre la superficie marciana.

Poco después de su ingreso en el programa, su nombre ya sonaba como firme candidato a ser el elegido por el partido para abanderar la carrera a Marte. Sin embargo, pocos días antes de su designación oficial, el comandante Bernhand Rust sufrió un terrible accidente aéreo durante unas maniobras de rutina a bordo de una aeronave de pruebas. Aunque los médicos pudieron salvarle la vida, no impidieron que Rust quedase en estado de coma profundo durante seis meses. Cuando despertó, la Alemania nazi ya se enorgullecía por haber sido la primera nación en conquistar Marte. Su compañero de aula, Joachim Albrecht Kleinheisterkamp, estaba presente en todos los medios y su imagen saludando desde Marte se repetía por todas partes.

Por si tal frustración no fuera suficiente, Rust había perdido buena parte de su movilidad y ahora debía llevar implantes biomods en brazos y piernas, así como una máscara de respiración asistida que le cubría medio rostro.

Lejos de venirse abajo por las circunstancias, el antiguo piloto del programa Walküre se negó a abandonar el ejército. Sencillamente cambió los mandos de su nave por una empresa mucho más compleja. Comenzó una intensa formación como burócrata y estratega militar que le ocupó los siguientes treinta años de su vida, dirigiendo el programa de entrenamiento de astronautas del Reich. En ese tiempo, los alemanes ya erigían la que habría de ser la primera colonia humana en Marte y Bernhard Rust, que había sido llamado a ser el primer hombre en Marte, ahora se convertía en el primer gobernador que tendría la base germana.

Desde entonces no hay día que el comandante Bernhard Rust no se despierte con las terribles imágenes de su accidente aéreo. Y lo hace como Gauleiter de la base Aggregat 5, en Marte. Desde su despacho dirige con férrea disciplina el devenir del asentamiento nazi. Sin embargo, los tiempos están cambiando. El nuevo sistema aperturista llevado a cabo en la Luna, con el libre acceso para personal civil, más permisivo, pronto tendrá su reflejo en Marte, y eso le inquieta enormemente, pues choca con su carácter adusto y reservado.


 


 

Hans Ringe

Nacionalidad: alemán

Cargo: Adjutant en Marsbasis Einfall Aggregat 5

Edad: 44

El puesto de Adjutant (oficial adjunto al estado mayor del comandante Bernhard Rust) en Aggregat 5 siempre ha sido un cargo muy disputado. Entre otras razones, porque es quien ejerce de puente entre el Gauleiter y el resto de personal destacado en la base marciana, especialmente su estado mayor (Generalstab), así que es quien está realmente al mando de todas las decisiones importantes que se toman en la base. Pero también porque es quien ostentaría el cargo de gobernador en Aggregat 5 eventualmente, caso de que le ocurriera algo al actual comandante.

El cargo está en la actualidad ocupado por el Oberstleutnant (teniente coronel) Hans Ringe, un hombre ambicioso y trabajador. Para nadie es un secreto que Ringe desea con toda su alma ocupar algún día el cargo de Gauleiter. Para conseguirlo, conspira en secreto con varios oficiales nazis para garantizarse así apoyos a la hora de ser elegido.

Pero Hans Ringe no desea el puesto sólo por la notoriedad de saberse gobernador de una colonia única en el espacio. En realidad, Ringe tiene intereses comerciales en el mercado aeroespacial y ya ha alcanzado acuerdos de negocios con importantes empresas del sector para permitirles operar sin restricciones en la base germana. Aunque para eso aún es necesario alcanzar el puesto de gobernador en Aggregat 5, pues el actual Gauleiter no parece dispuesto a permitir a empresas y gestores civiles operar en Marte. Y eso es algo que desespera, y mucho, al impaciente Ringe, que ve que el tiempo corre en su contra y los contratos se enfrían.


 


 

Bases dependientes


 

Base Logística y Operacional Kurt Knispel: Llamada así en honor al célebre tanquista alemán durante la contienda Mundial. Esta base se erige en superficie sobre la planicie de Tempe Terra, lugar donde originariamente iba a ser instalada la base germana antes de que las inclemencias atmosféricas de Marte desbarataran los planes alemanes. Sin embargo, aún quedan en pie varios edificios de aquella época que las unidades militares del Batallón Schwere Mechmarsjäger-Abteilung 512 “Otto Carius” utilizan como acuartelamiento y campo de entrenamiento para sus tropas mech.

Base Handel: Esta pequeña construcción no se sitúa lejos de Aggregat 5. De hecho, se considera que la base Handel (intercambio, en alemán), es una extensión en superficie de la colonia alemana. La infraestructura se erige en la zona conocida como Chryse Planitia, donde comparte espacio fronterizo con la base japonesa Akagi 11. La función principal de este emplazamiento es ejercer de puente de comunicación y contacto con sus aliados nipones, así como servir de baluarte y paso previo de aquellos vehículos que traten de alcanzar Aggregat 5, en el interior del gran cañón de lava.

Los alemanes, junto a sus aliados nipones, pretenden consolidar y expandir esta instalación como punta de lanza para una futura conquista del territorio aledaño, especialmente el sector meridional de Acidalia Planitia, el oeste de la Arabia Terra y la parte norte de Margaritifer Terra.


 


 

Tramas para aventuras


 

  • Una fuerte ventisca de arena ha sacudido de manera imprevista la zona de Tempe Terra y ha dejado incomunicados a dos mech que realizaban prácticas en la zona. Varios comunicados alertaron a la base Aggregat 5 de la situación, pero desde entonces se ha perdido todo contacto con el grupo.

  • Varios fallos en los sistemas de defensa y soporte vital han puesto en alerta a los servicios de seguridad en la base alemana. Se sospecha que un agente enemigo está saboteando los conductos para provocar el caos y entorpecer la vigilancia. En realidad, desconocen que forma parte de un complot llevado a cabo por hackers soviéticos para entorpecer la vigilancia y conseguir sacar fuera a un topo infiltrado en la base germana.

  • Un equipo científico ha desarrollado un arma láser capaz de atravesar un bloque de hielo sin que el haz de luz se fraccione y pierda intensidad, como ocurría hasta ahora. A pesar de que los experimentos en laboratorio han sido un éxito, deben probar el arma en campo abierto. Para ello, se proponen viajar hasta el polo norte marciano y comprobar empíricamente la profundidad y alcance de su invento. Sin embargo, fuerzas enemigas ya están sobre aviso de esta expedición y tratarán de hacerse con el diseño de la nueva arma.

  • Un soldado ha experimentado un episodio febril de origen desconocido. Los médicos creen que se trata de una mutación viral que podría propagarse por toda la colonia si no se localiza pronto el origen del foco. Para evitar el contagio masivo, encargan a un grupo de expertos que investiguen el entorno del soldado y traigan consigo a todos los que han tenido algún tipo de contacto con el enfermo.