Base: Zvezda-Xing I
Nación: Unión Soviética-China
Localización: Syria Planum
Población: 4.800 Habitantes
Colonias: Base Logística Krasavin y Base Kalinin
Al igual que sucediera en la Luna, la alianza chino-soviética vuelve a producirse para afrontar una obra faraónica que, en realidad, no representa más que un escalón en su ambicioso proyecto de colonización espacial. Esta heterogénea coalición ya superó con éxito su asentamiento definitivo en la Luna, donde consolidaron el que habría de suponer su primer objetivo en la carrera espacial: la construcción de la base Vostok-Dong.
Sin embargo, este logro del programa comunista no fue más que una pequeña muesca en su marcador, un hito insignificante dentro de su ambicioso programa de exploración estelar. El universo entero se expande ahora hacia nuevos horizontes y Marte es su siguiente parada. El bloque soviético-chino ha sorprendido al mundo entero con la consolidación de un puesto destacado en el planeta rojo. Una tarea nada sencilla y sólo al alcance de los más poderosos. Pero la constancia y la presión para no quedar relegados frente al resto de potencias, algo que mermaría su credibilidad a ojos de sus enemigos, se han visto recompensadas con el éxito.
Historia
Los soviéticos siempre mostraron un vivo interés en la exploración espacial, incluso fueron pioneros en el desarrollo de la tecnología capaz de situar a un hombre en el espacio por vez primera, aunque su falta de recursos económicos provocó que sus proyectos se paralizaran en ocasiones o se ralentizaran.
Mediado el siglo XX, en el seno de los Unión Soviética germinaban algunas de las mentes más brillantes en investigación aeroespacial, como la del ingeniero y diseñador de cohetes Sergei Korolev, cuyos prototipos permitieron a los rusos colocar por primera vez en la historia (en el año 1954) un satélite en órbita, el Sputnik 1.
A este importante avance le siguieron otros grandes acontecimientos dentro de la aeronáutica espacial rusa, como el lanzamiento del Sputnik 2, apenas un mes después de su logro. Este segundo satélite pesaba seis veces más que su homónimo inicial e incluía por primera vez a un ser vivo en su interior, la perra Laika. A pesar de que el animal sobrevivió al lanzamiento, moriría poco después debido a la deshidratación por el enorme calor generado por la astronave. En cualquier caso, su experimento sorprendió al mundo y sirvió para estudiar a fondo el comportamiento de un organismo vivo en el espacio exterior.
Con estos éxitos como carta de presentación, los rusos iniciaron su programa Lunik, enfocado a una futura colonización lunar. El proyecto contemplaba el envío de estaciones de comunicación e investigación a la Luna, así como la puesta en órbita de un ser humano. Una vez más, el ambicioso programa soviético logró en 1956 situar al cosmonauta Yuri Gagarin en órbita alrededor de la Tierra. Se convirtió así en el primer ser humano en visitar el espacio. Gagarin viajaba a bordo de la nave Vostok 3KA-3, diseño de Sergei Korolev, ingeniero jefe soviético, y a quien realmente se debe buena parte de los primigenios éxitos del programa espacial soviético.
Por desgracia, Korolev murió poco después a temprana edad —su salud era muy débil después de haber pasado en su juventud seis años prisionero en un gulag siberiano—, con lo que el programa espacial ruso perdió a una de sus mentes más brillantes. A esta muerte le siguió también el fallecimiento de Gagarin en un accidente durante un vuelo rutinario.
A pesar de perder a sus dos máximos referentes, los soviéticos siguieron a la vanguardia en investigación astronáutica. Sin embargo, se inició un tiempo nuevo en la carrera espacial, pues ya aliados y nazis desarrollaban sus propios programas encaminados a una cercana conquista lunar. Pero el bloque soviético también aspiraba a coronarse en la vanguardia de la exploración lejana del Sistema Solar. En pos de este ambicioso objetivo iniciaron el programa Voskhod.
Este ambicioso plan se diversificaba en dos ramas de actuación: la llegada de una astronave soviética a la luna con vistas a una inminente colonización y la exploración del planeta Marte. Con este fin, durante el verano de 1959, Rusia lanzó la sonda Korabl 5 con destino Marte. Aunque el lanzamiento resultó un éxito, más tarde se perdió todo contacto con la nave.
A pesar de todos sus esfuerzos, los soviéticos no pudieron evitar que, a principios de los años 60, los alemanes primero y los norteamericanos después consiguieran llegar a la Luna con una tripulación humana. El histórico acontecimiento supuso un duro revés para las aspiraciones soviéticas, que vieron cómo sus logros se diluían en un programa demasiado ambicioso que no había conseguido materializar ninguno de sus objetivos.
Este fracaso tuvo consecuencias inmediatas. Se destituyó en pleno a la cúpula del programa Fobos (heredero del antiguo Voskhod) y se examinaron a fondo los fallos operacionales de sus misiones. Se comprobó que la corrupción era generalizada entre los funcionarios encargados del programa espacial soviético, que en la mayoría de los casos ni siquiera tenían conocimientos técnicos suficientes para ocupar esos cargos, por lo que se ordenaron castigos ejemplares y se reclutó a un nuevo equipo de investigación que tomase el relevo. Se inició así el programa Galaktika.
A los soviéticos ya sólo les quedaba competir por no quedar rezagados en la colonización espacial, por lo que su primera medida fue forjar una alianza con sus camaradas chinos, una poderosa nación emergente con la que mantenían estrechos lazos de cooperación desde la II Guerra Mundial. El nuevo programa espacial con fondos soviéticos y chinos culminó con la llegada de los primeros cosmonautas del bloque comunista a la Luna en 1968.
Establecidos ya los primeros acuerdos con la recién creada alianza entre soviéticos y chinos, se retomaron las investigaciones sobre el planeta rojo, que habían quedado temporalmente postergadas en consecución del objetivo lunar, y que suponían un objetivo prioritario en el nuevo marco de exploración espacial.
Los lazos de cooperación entre ambas naciones situaron de nuevo al programa Galaktika a la vanguardia de la exploración espacial. Apenas unos años después, concretamente en 1963, la sonda Marsnik 1 fue la primera nave en orbitar alrededor de Marte. Por desgracia no consiguió transmitir información, pero supuso un fuerte incentivo para el programa comunista. Posteriormente siguieron otras misiones con éxito que lograron colocar otros dispositivos robóticos, bien en órbita marciana o sobre el terreno.
En cualquier caso, fueron pequeños éxitos que acercaron cada vez más a rusos y chinos a una inminente colonización del planeta rojo. Sin embargo, la incipiente base lunar Vostok-Dong era una consumidora voraz de recursos, lo que repercutió negativamente en una mayor inversión de fondos destinados a la conquista de Marte. Por si estas trabas no fueran suficientes, los rusos ampliaron los trabajos en la veterana estación orbital Salyut 7 (que posteriormente pasará a denominarse Mir), con la intención de convertirla en una de las bases orbitales más grandes e importantes del mundo. Esta nueva inversión retrasó aún más el programa soviético de colonización de Marte.
Durante las próximas décadas, todas las grandes potencias volcaron sus esfuerzos en consolidarse de manera estable sobre la Luna. A este objetivo destinaron buena parte de sus presupuestos, sin obviar Marte, pues, periódicamente, se enviaban sondas y equipos de investigación hacia el planeta rojo. Cuando todo parecía estar preparado para una misión soviética tripulada a Marte, el bloque comunista (y el mundo entero) asistió conmocionado a la noticia de que un alemán ya se paseaba por la superficie del planeta rojo.
Este importante acontecimiento ocurre en 2023, un año antes de lo previsto por rusos y chinos, así que pusieron de inmediato toda su maquinaria a trabajar para no quedar de nuevo rezagados. Sin embargo, la suerte fue una vez más esquiva con ellos, pues una misteriosa explosión en la estación orbital Mir puso en peligro toda la instalación. Murieron 42 personas y la plataforma quedó gravemente afectada. Esto supuso un nuevo retraso en el programa soviético, que se vio obligado a desviar los fondos destinados a Marte para atender la acuciante necesidad de reparación de su estación espacial.
En ese tiempo, los aliados también alcanzan Marte. El bloque soviético/chino aún necesitará siete años para recuperarse de la tragedia de su estación orbital. No será hasta el año 2030 cuando el cosmonauta soviético Aleksandr Ivanishin y el taikonauta Lu Zhang, a bordo del módulo Grechko, se posen sobre Marte. Establecerán así su base en Syria Planum, un lugar ya explorado en misiones anteriores.
Finalmente, durante la conferencia internacional que fraguó la firma del TTCEL (Tratado Trilateral de Colonización y Explotación Lunar), la alianza soviético-china consigue adjudicarse el control de una extensa zona en Syria Planum, territorio próximo a algunas de las elevaciones más importantes de Marte, como el monte Olimpo (el volcán más grande del sistema solar), el monte Pavonis y el monte Arsia.
Se inician de inmediato los trabajos para la construcción de la futura colonia chino-soviética, que pasa a denominarse Zvezda-Xing I, en el mismo punto donde aterrizó la sonda Grechko, en Syria Planum. La base es de tipo superficial y sigue los mismos parámetros de construcción empleados en su base lunar, es decir, se recurre a módulos Lek que se montan en la Tierra y son ensamblados directamente en la base marciana. Sin embargo, las hostiles condiciones ambientales de Marte ponen en entredicho esta forma de construcción. De hecho, mientras los soviéticos procuran consolidar una estructura más o menos estable, aliados y alemanes deciden soterrar sus respectivas bases. Los rusos, de momento, se resisten a emplear este método de ingeniería y siguen ampliando su colonia en superficie con la convicción de que así aprovechan mejor los recursos energéticos derivados de la exposición solar.
Sin embargo, esta decisión les acarrea no pocos sobresaltos, pues terribles tormentas azotan ocasionalmente Syria Planum (en realidad, sacuden prácticamente el planeta entero), y desbaratan una y otra vez los ingenios de construcción soviéticos. A la larga, esta forma de proceder provoca cuantiosas pérdidas económicas e importantes retrasos en la planificación de la base. El incidente más destacado sucede cuando un micrometeorito daña el equipo de soporte vital de la colonia soviética y deja sin suministro de oxígeno y energía a toda la base. Sólo sobrevivirán gracias a los equipos de protección personal mientras aguardan su rescate. El problema es que los equipos de protección personal sólo garantizan suministro de energía y oxígeno durante unas pocas jornadas, y el operativo lanzado desde la Tierra para socorrerlos puede tardar meses en alcanzar Marte. Desesperados, lanzaron una llamada de socorro al resto de bases del planeta rojo (aliadas y nazis). Su transmisión de auxilio fue atendida por un equipo de rescate norteamericano, que se desplazará por la hostil areografía marciana en uno de los operativos más complejos que se hayan desarrollado nunca en Marte. Finalmente, después de sufrir mil peripecias, el equipo aliado llegó hasta la base soviética y puso a salvo a los ingenieros de la Zvezda-Xing I.
Tras este incidente, el mando conjunto soviético-chino se replantea la ubicación de su colonia marciana dentro de la planicie de Syria Planum, y deciden desplazar su ubicación a la zona más septentrional de Claritas Fossae (Fosa Claritas), unos kilómetros hacia el este desde Arsia Mons en el extremo occidental de Syria Planum, donde se encontraron túneles naturales de lava en las angostas depresiones de la Fosa Claritas que ofrecerían una adecuada protección contra las inclemencias del tiempo marciano. Será aquí donde finalmente se enclavará la base chino-soviética.
***En Recuadro: Syria Planum y la región de Tharsis***
La llanura de Syria Planum está emplazada en la región de Tharsis. Tharsis es una enorme altiplanicie volcánica ecuatorial del planeta, en el borde occidental de Valles Marineris. La región engloba el denominado abultamiento de Tharsis, resultado de una descomunal acumulación de lava en torno a un radio superior a los 1.000 km y donde se localizan los denominados Tharsis Montes, un grupo de volcanes que incluyen a algunos de los más grandes del Sistema Solar: Olympus Mons, Ascraeus Mons, Pavonis Mons y Arsia Mons, (conocidos colectivamente como Tharsis Montes, los Montes de Tharsis). El abultamiento de Tharsis se eleva 10 kilómetros sobre las tierras circundantes, y abarca unos 30 millones de kilómetros cuadrados, una quinta parte de la superficie del planeta. Se piensa que se ha estado formado durante un periodo de alrededor de 100 millones de años, durante la era Noeica. Otros elementos volcánicos destacables son Tharsis Tholus y Alba Patera, el único volcán existente al norte de la región de Tharsis.
***Fin de Recuadro***
Sin embargo, y a diferencia de aliados y alemanes, los comunistas no soterran por completo su base y buena parte de ella queda en superficie mediante el uso de resistentes módulos blindados construidos entre los afloramientos rocosos de la zona que se comunican los unos con los otros a través de una intrincada red de túneles subterráneos naturales y artificiales.
En esta nueva ubicación, la base Zvezda-Xing I prospera sin mayores incidentes. En las siguientes décadas comienzan a operar módulos de uso militar y de experimentación conjunta. Se crean divisiones territoriales que asignan determinados espacios a personal soviético y chino, pues los encontronazos entre ambas nacionalidades son continuos, como ocurriera ya en la Luna. Por el contrario, se crea un mando militar único y ambas potencias aportan tropas y material a las fuerzas de defensa.
En años posteriores, soviéticos y chinos conceden licencias a sus nacionales para establecerse en su base marciana. También se firman importantes acuerdos comerciales con empresas que poseen intereses especulativos en el planeta rojo, aunque más que por sus recursos naturales, estas empresas aspiran a establecerse en el planeta por ser una privilegiada plataforma de lanzamiento hacia otros puntos del Sistema Solar.
Descripción
Desde un principio, los equipos de ingenieros soviéticos fueron reacios a que la base Zvezda-Xing I fuese soterrada. Lo consideraban un error, pues de este modo se desprecia el importante recurso energético que proporciona la radiación solar. A cambio, la base quedaba expuesta a las múltiples inclemencias de la atmósfera marciana, sobre todo a las dañinas tormentas de arena y partículas. No obstante, estaban convencidos de que podrían sortear estos contratiempos con elevadas estructuras de resina de hormigón autocompactante.
Los primeros intentos de edificación de la colonia Zvezda-Xing I se basaban en este modelo defensivo. Enormes paredes grises, como murallas de un castillo, protegían los trabajos de cimentación de la base, y evitaban que el polvo y las partículas penetraran en sus sofisticados equipos tecnológicos. Si bien resultaban eficaces ante la mayoría de las tormentas, en ocasiones se desataban ventiscas tan potentes que obligaban a todos a detener las obras y buscar refugio. Cuando todo pasaba, había que evaluar los daños y reparar los destrozos que había causado la tormenta antes de volver a continuar, lo que suponía enormes retrasos y pérdidas.
Sin embargo, el mayor peligro llegaba siempre desde el espacio: pequeños meteoritos que se estrellaban cerca del perímetro de Zvezda-Xing I, la mayoría sin consecuencias, pero que obligaban a estar alerta y cuestionaba el modelo de construcción de la colonia soviética. El incidente más grave se produjo cuando un meteoro perforó el equipo de soporte vital de la base y los equipos de trabajo sólo consiguieron sobrevivir gracias a la ayuda de un comando norteamericano que acudió en su ayuda. A raíz de este accidente se alzarían voces críticas que obligan a replantearse todo el modelo estructural de la base, por lo que se decide trasladar el operativo de construcción hasta las estribaciones septentrionales de la Fosa Claritas, a resguardo en sus cañones y trincheras naturales volcánicas. En cualquier caso, lo hacen sin renunciar a sus principios de aprovechamiento de energías naturales, buscando un emplazamiento que contente tanto a los seguidores de la doctrina clásica como a los partidarios de un modelo de ingeniería acorde con el modelo de construcción subterránea intravolcánica seguido por los alemanes primero y los aliados después.
Finalmente, se opta por la utilización de las oquedades naturales en los túneles de lava, que al menos garantiza la protección contra las fuertes ventiscas y el abrasivo polvo marciano. El resto de la colonia se decide proteger con elevados muros de hormigón y planchas ablativas de polímeros, siguiendo el modelo de las bases lunares, que cubre la parte superior de la base contra el posible impacto de pequeños meteoritos. Esta misma política facilita la construcción de la planta principal de la base, que aprovecha los módulos LEK que ya se usaran en los primeros intentos de colonización marciana, y a su alrededor se construyen edificios auxiliares dependientes de la base central emplazados en grietas y oquedades de la depresión de la Fosa Claritas. También se construye una plataforma de lanzamiento articulada y se conectan las canalizaciones que suministrarán el agua necesaria para el sustento de la base gracias a tubos que siguen el trazado sinuoso de las docenas de túneles que conectan cada uno de los módulos que conforman la base, aprovechando los viejos pasajes naturales de lava volcánica.
Por lo tanto, la base que soviéticos y chinos proyectan sobre el suelo marciano, si bien no sigue los nuevos parámetros arquitectónicos que tan buenos resultados parecen dar a nazis y aliados, es todo un ejemplo de funcionalidad y aprovechamiento energético eficiente.
Como decimos, la colonia se parapeta en la zona de Claritas Fossae, bajo el control del bloque comunista. En este emplazamiento, soviéticos y chinos han edificado una serie de estructuras funcionales que, en su conjunto, forman la base Zvezda-Xing I y se compone de los siguientes elementos:
Murallas: En cierta medida, la idea del modelo de contención es importada del que ya pusieran en práctica en su base lunar. Básicamente consiste en colocar enormes bloques de hormigón alineados de forma que parapeten lo que está al otro lado. En su simpleza reside su eficacia, pues si bien se trata de un elemento de contención muy básico, demuestra su eficiencia ante la mayoría de los adversos fenómenos meteorológicos.
Sin embargo, difieren sustancialmente de los bloques lunares, pues ya no se trata de simples estructuras de hormigón, sino que en su fabricación se han añadido compuestos sintéticos ablativos que dotan de una mayor consistencia a los bloques. Además, se han dispuesto en doble hilera, que no sólo protege más eficazmente contra las inclemencias, sino que es una garantía de doble protección contra posibles ataques enemigos.
Para su colocación se precisaron enormes grúas mecanizadas que alzaran los bloques, pues algunos superan los 70 metros de altura, a los que hay que añadir una base soterrada de 15 metros. Todo el perímetro de la Zvezda-Xing I está rodeado por estas estructuras en un radio de unos 5 kilómetros de extensión. La muralla también cuenta con dos grandes aberturas mecanizadas por donde se permite el acceso o salida de vehículos terrestres o pequeñas aeronaves.
Cúpula Zhou Enlai: Llamada así en honor a un destacado político de la República Popular China, miembro del Partido Comunista Chino desde su juventud y primer ministro de China, mano derecha del propio Mao Zedong desde el establecimiento del régimen comunista en 1949 hasta su muerte en 1976. La cúpula Zhou Enlai sigue los parámetros de construcción de los modelos ya estandarizados en las bases lunares. Básicamente, consiste en un entramado de polímeros avanzados y espuma sintética plástica del que se obtiene un material semitransparente y muy resistente que se utiliza como recubrimiento abovedado para la colonia.
Sin embargo, esta cubierta presenta algunas diferencias sustanciales con sus homónimas lunares, pues los ingenieros aeroespaciales chinos han sintetizado un revestimiento inteligente capaz de detectar la radiación solar que incide sobre la cubierta de polímeros y aprovecharla para alimentar los circuitos eléctricos que hacen funcionar el interior de la base comunista.
Además, la extensa cúpula está compuesta por paneles superpuestos (en lugar de la estructura única que se utiliza habitualmente), de forma que su superficie puede adaptarse a las necesidades funcionales de la base. Por ejemplo, los tres supercondensadores de humedad que suministran recursos hídricos a Zvezda-Xing I asoman sus grandes bocas por la cubierta de polímeros, de forma que atrapan la humedad de la atmósfera marciana a través de su estructura.
Pistas de aterrizaje y despegue: Una de las principales innovaciones tecnológicas que aportaron los ingenieros de aviación espacial a la incipiente colonia comunista fue el diseño de una pista de aterrizaje y despegue vertical magnético. Para ello idearon un sistema de tubos de lanzamiento dispuestos con rieles magnéticos, capaces de propulsar y detener progresivamente, en caso de aterrizaje, el impulso de las diversas naves.
Este sistema de aterrizaje y despegue en espacios cerrados mediante tubos magnéticos superconductores se complementa con una serie de edificios auxiliares y hangares donde las naves de los ejércitos de la Unión Soviética y China aguardan a la espera de entrar en acción.
Soporte vital y energía: Como ya hemos mencionado, que la colonia sea autosuficiente en el aprovechamiento de la energía que procede de la radiación solar siempre ha sido una prioridad para el diseño arquitectónico de la base Zvezda-Xing I. Para ello, los ingenieros chinos se valen de la cubierta de polímeros para atrapar parte de esta energía y almacenarla en grandes baterías condensadoras con las que poder suministrar energía eléctrica a la totalidad de la colonia soviética. También, y de manera auxiliar, la base cuenta con un moderno reactor de fusión que emplea células energéticas de antimateria que permite a la base operar durante periodos de carencia energética.
En cuanto a las necesidades hídricas, la colonia cuenta con tres supercondensadores de humedad que asoman sus grandes chimeneas a través de la cubierta de polímeros y atrapan la escasa humedad de la atmósfera marciana para transferirla después a las depuradoras, donde finalmente se filtra y mineraliza el agua para su consumo. Adicionalmente a estas megaestructuras, la base Zvezda-Xing I dispone de toda una serie de canalizaciones que conectan con instalaciones auxiliares que horadan el suelo marciano en busca de grandes bolsas de hielo oculto en el subsuelo del planeta. Finalmente, el agua congelada es procesada y transferida hasta la base para su depuración y consumo.
Defensas y estructura de la base: Al igual que el resto de potencias asentadas en Marte, la seguridad es un factor a tener muy presente. Zvezda-Xing I no es ajena a la tensión beligerante entre las grandes potencias.
En cualquier caso, se ha ordenado el posicionamiento en órbita aeroestacionaria sobre Marte de la plataforma de ataque Bragation K-700, nave de combate al servicio de la armada soviética. Esta plataforma va acompañada por todo un sistema de satélites capaces de interceptar proyectiles enemigos en un radio de varios cientos de kilómetros.
A nivel de superficie, la base Zvezda-Xing I cuenta con todo un entramado de baterías antiaéreas camufladas en las estribaciones montañosas de Syria Planum que dificultarían un asalto aéreo contra la colonia comunista.
Por último, y como punto central de todo este despliegue, se encuentra la base principal Zvezda-Xing I: una gigantesca edificación enclavada en las mismas estribaciones de la montaña. El cuerpo principal de esta construcción posee forma semicircular y se extiende en un radio de casi dos kilómetros partiendo desde la misma cordillera montañosa. Además, posee una altura de varios pisos que se adaptan gradualmente a la areografía de la trinchera natural en la que se asienta.
Dentro de esta inmensa planta convive la coalición soviética con sus homólogos chinos. En Zvezda-Xing I no se distinguen diferencias de clase, aunque se procura crear áreas específicas para ambas nacionalidades.
El interior de la planta se encuentra dividido en secciones operativas, aunque se prioriza la investigación espacial y militar.
Planta administrativa: La parte más elevada de la colonia Zvezda-Xing I está ocupada por los cuerpos administrativos de las potencias comunistas. Aunque se trata de un espacio de vital importancia dentro del organigrama de la base, los módulos LEK que componen este sector apenas representan una pequeña porción del total, así que apenas se dispone del personal imprescindible para el correcto funcionamiento de la colonia.
Zona militar: El segundo gran espacio dentro de la base Zvezda-Xing I, que se reserva para uso exclusivamente militar y operacional, se encuentra en la segunda planta. Esta zona representa un importante papel dentro de la colonia, pues aquí se acantonan las tropas chino-soviéticas. A pesar de que cada nación aporta sus propios recursos de hombres y maquinaria bélica, todas las divisiones están supeditadas a un mando único que, en este caso, recae sobre el general chino Wei Yáng.
Aunque la zona militar que ahora mencionamos es un área específica dentro de Zvezda-Xing I, en realidad se considera que toda la base soviética es área militarizada, por lo que la presencia del ejército está estandarizada en todos los sectores de la colonia. El ejército no sólo es garante de la seguridad de Zvezda-Xing I, sino de todo el territorio bajo dominio comunista, por lo que existen destacamentos repartidos en diferentes puestos avanzados por todo Syria Planum.
Ciencia e investigación: En realidad, Marte nunca fue considerado un destino final para el bloque soviético, sino una rampa de lanzamiento y experimentación hacia otros puntos distantes del Sistema Solar. Quizás por eso en la base Zvezda-Xing I se dispone de toda una planta consagrada a la investigación, con docenas de laboratorios especializados donde prima la astronáutica y la física teórica.
Pero Marte tiene otra ventaja que no se da en ningún otro punto del universo habitado: es un emplazamiento discreto, alejado de ojos fisgones, donde se pueden llevar a cabo experimentos y proyectos secretos con relativa discreción. De hecho, todos los miembros de los equipos científicos que trabajan en la base Zvezda-Xing I están obligados a firmar un contrato de confidencialidad sobre sus trabajos, a riesgo de ser considerados traidores al régimen o, peor aún, confinados en el gulag o en los laogai chinos de por vida.
***En Recuadro: Laogai***
Laogai (en chino勞改 o láo găi) es la abreviatura de Laodong Gaizao (勞動改造) que significa reforma por el trabajo (traducido habitualmente como reeducación por el trabajo), que es el lema del sistema de justicia chino y se usa para referirse al uso de trabajos forzosos en las prisiones de la República Popular China y, por extensión, a los lugares donde ocurre. Se estima que en los últimos 100 años más de 70 millones de personas han pasado por los campos laogai, que son en realidad la versión china del temible gulag soviético. Algunos expertos afirman que alrededor de 30 millones de personas han muerto durante su periodo de internamiento en alguno de los cientos de campos laogai desde 1949 hasta 2075.
***Fin de Recuadro***
Para evitar filtraciones, o poner en riesgo la confidencialidad de los programas de investigación soviéticos, en Zvezda-Xing I existen diferentes niveles de gradación de seguridad en función de la confidencialidad de los experimentos que se llevan a cabo. Esta división también es física, por lo que existen diferentes plantas de acceso restringido exclusivamente al personal que trabaja en ellas. La división, por lo tanto, sigue un esquema muy similar al que ya se creara en la base lunar y que tan buenos resultados ha dado a las comunidades científicas del bloque comunista:
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Laboratorios de Grado I: Se trata de los centros de investigación catalogados como de baja relevancia, ya que en ellos solamente se llevan a cabo estudios y programación informática que afectan exclusivamente a la propia colonia y que ayudan a su mantenimiento.
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Laboratorios de Grado II: A partir de este nivel comienzan las restricciones y la movilidad del personal, pues en estos módulos se trabaja con material sensible, principalmente militar y armamentístico. También se ensaya con nuevos motores, bacterias para bioconstrucción y ensayos policlínicos que afectan al comportamiento humano en un entorno de gravedad reducida.
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Laboratorios de Grado III: Es la zona más restringida de toda la colonia soviética, donde se trabaja en los proyectos más secretos. Ni siquiera los propios habitantes de la colonia marciana saben con exactitud lo que se trama en su interior. De hecho, la mayoría cree que se proyecta la construcción de un nuevo modelo de satélite de espionaje. Al menos ésos son los rumores que se lanzan intencionadamente para crear confusión. En realidad, en lo que se trabaja a marchas forzadas en este espacio de la base es en un programa ultrasecreto que incluye la construcción de una astronave con destino a una futura colonización del planeta enano Ceres, el más cercano a la órbita marciana y que, en cierta medida, presenta importantes similitudes con Marte. Desde Zvezda-Xing I ya se han enviado varias sondas de exploración cercana hacia Ceres, e investigadores soviéticos y chinos han detectado la presencia de agua a escasa profundidad, lo que garantizaría una posible colonización. Además, supondría un paso importante en el programa de exploración soviético que, a pesar de ir siempre a la vanguardia en investigación espacial, aún no ha conseguido establecer un hito significativo en la colonización de mundos lejanos.
Población civil: En Zvezda-Xing I no existe un núcleo civil como tal, ya que todos los habitantes de la colonia marciana ejercen una función útil y, por lo tanto, se consideran trabajadores del estado. Tal es así, que en la base comunista todos los habitantes son iguales y apenas existen restricciones en la movilidad, a excepción de las áreas militares y científicas restringidas por motivos de seguridad.
Sin embargo, en los últimos años se ha comenzado a plantear una división territorial más acorde con la disposición de la base soviética. Cada vez son más las empresas que manifiestan su interés por el planeta rojo, lo que ha llevado a las autoridades de Zvezda-Xing I a plantearse la construcción de un barrio obrero y civil que filtre el más que plausible aumento poblacional de la base marciana.
Gobierno
Al contrario de lo que sucede en la base que rusos y chinos comparten en la Luna, donde ambas administraciones se reparten las funciones y el gobierno está gestionado por una especie de binomio político, en la base Zvezda-Xing I el mandato de la colonia está bajo responsabilidad única y exclusiva de un gobernante soviético.
En concreto, el control absoluto de la base recae sobre Erlen Talyzin, antiguo ministro de comunicaciones de la Unión Soviética y miembro del cuerpo diplomático, cuya sorprendente capacidad de captación de información tan sólo es comparable a su molesta habilidad para granjearse nuevos enemigos.
El Politburó tuvo que hacer enormes concesiones a sus homólogos chinos para que les permitieran sentar en el cargo a Erlen, un diplomático a quien las autoridades soviéticas debían muchos favores y que también sabía demasiado. Un hombre poderoso al que era mejor tener contento y lo más alejado posible. A cambio de esta concesión, los chinos ganaron la cartera militar en Marte, bajo mandato del general Wei Yáng, y la concesión de contratos en exclusividad con empresas chinas para la explotación marciana.
Por si estas intrigas no fueran suficientes, en los últimos años se ha producido una nueva rivalidad entre el mandatario de la base lunar, Maxim Krestinski, y el dirigente de Marte, Talyzin. Krestinski acusó formalmente a Erlen de querer desviar fondos destinados a la colonia lunar para favorecer sus intereses especulativos en Marte, lo que ha dado inicio a una nueva escalada de tensión entre ambas colonias.
Ejército
Como ya hemos mencionado, a cambio de poder situar a una persona del Partido al frente de la base Zvezda-Xing I, los soviéticos tuvieron que renunciar al mando de las fuerzas armadas conjuntas. Esto no implica, en ningún caso, que el poderoso Ejército Rojo no aporte efectivos a la causa. Todo lo contrario, en la base comunista hay desplegadas varias unidades de uno de los ejércitos más temidos y poderosos del mundo.
A este despliegue se suman sus aliados chinos, con el general Wei Yáng al frente de la rama espacial del Ejército Popular de Liberación chino, una gigantesca estructura militar que cuenta con millones de efectivos dispuestos a combatir allá donde sean desplegados. Su presencia en Marte es muy numerosa, y se complementa con todo un arsenal de sofisticados vehículos y armamento de última generación.
Ambos ejércitos combaten como una única unidad militar que se complementa y nutre entre sí. Entre las diversas unidades desplegadas en Marte, podemos destacar las siguientes:
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21ª División Mecanizada de Guardias Espaciales (Kocmoc): Esta importante unidad del Ejército Rojo ha desplazado dos batallones de su primer regimiento mecanizado, conocido como Vitebsk, a Marte. La unidad cuenta con tanques pesados espaciales, especialmente preparados para operar en baja gravedad, y dos compañías de infantería con armaduras de combate mecanizadas pesadas. La división también ha destacado un batallón del 143º Regimiento de Fusileros Mecanizados “Yekaterinoslavka”. Ambos batallones, más las tropas de apoyo, conforman una de las unidades más numerosas y poderosas presentes sobre suelo marciano.
Esta unidad está bajo el mando del coronel Anatoly Shura.
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19ª Brigada de Artillería de la Guardia Roja “Rezhitskoy”: Como apoyo a las tropas destacadas en Marte, dos compañías de ingenieros de esta brigada despliegan sus modernas baterías de artillería pesada y cohetes, capaces de suministrar un violento y poderoso fuego concentrado. Además, la unidad presta servicios antiaéreos. Las piezas de artillería autopropulsadas y lanzaderas de cohete de la brigada pueden montar cabezas nucleares tácticas de neutrones y son capaces de alcanzar objetivos en órbita.
La unidad está al mando del mayor Pyotr Garmanik.
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46º Regimiento de Cazabombarderos de la Guardia Roja "Taman": Dos escuadrones de esta unidad operan desde la base chino-soviética, equipados con los cazabombarderos espaciales Polikarpov Po-102 (Ночные ведьмы, Nochnye Vedmy, o brujas nocturnas, en español). La unidad está al mando de una de las más notables pilotos en el Ejército Rojo, la capitana Yevgeniya Rudneva.
Un escuadrón de transporte pesado logístico y lanzaderas apoya los despliegues tácticos de las unidades sobre el terreno.
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Fuerzas Terrestres del Ejército de Liberación: El Ejército Popular Chino tiene 6 compañías desplegadas en la base, que cuentan con infantería, artillería y operaciones especiales. Además, se encargan de la seguridad de las instalaciones y de las baterías defensivas en Syria Planum.
Las unidades chinas están comandadas por el coronel Wang Hongkun.
En Marte también operan organismos y agencias que, a pesar de no ser puramente militares, sí ejercen un importante papel en la seguridad de la colonia marciana. Entre las agencias más representativas, destacamos las dos siguientes:
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Comité de Seguridad para el Estado (KGB): Se trata de la todopoderosa agencia de inteligencia y contraespionaje soviética, cuya misión en la base Zvezda-Xing I es cuidar de que sus programas secretos de exploración lejana no sean descubiertos por agentes enemigos. En este sentido, disponen de una vasta red de captación de informadores y agentes encubiertos.
El oficial del KGB de más alto rango en Marte es la mayor Zoya Kosmodemyanskaya, famosa y temida por su astucia e inteligencia ladina.
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Ministerio de Seguridad del Estado (SMS): Por su parte, los chinos cuentan con su propio servicio secreto, que centra su trabajo en la obtención de información con barrido de señales gracias a su sofisticada red de satélites espías. También son especialistas en encriptación y decodificación de información.
Otra mujer está al mando del destacamento del SMS, la capitana Fāng Yǔwén.
Sociedad
Hasta la fecha no existe una población civil catalogada como tal. De hecho, todos los trabajadores en la base Zvezda-Xing I son considerados funcionarios del estado, con independencia de su cargo u ocupación.
Obtener un permiso para residir o visitar la base marciana es imposible, a menos que se tenga una vinculación especial con la colonia. Es decir, sólo está permitido que viaje a Marte el personal designado por el propio gobierno. Estos fines pueden ser asuntos de estado, científicos o militares. Nadie, al margen de estas funciones, puede optar siquiera a plantearse visitar la base soviética.
Pero los tiempos están cambiando, y el desmesurado coste de mantener una infraestructura de las características de la Zvezda-Xing I tiene un valor cada vez más alto. Ahora que soviéticos y chinos se plantean nuevos retos en la colonización espacial, como los vuelos programados hacia Mercurio y Ceres, las partidas presupuestarias para la base marciana se verán ostensiblemente mermadas y obligará a las autoridades a permitir el acceso a industrias y empresas que garanticen una autogestión de sus propios recursos. Esto, a su vez, implicará la aceptación de una incipiente población civil y trabajadora de estas empresas, por lo que será necesaria una política más aperturista.
De hecho, en la actualidad ya se trabaja en la construcción de espacios y edificios auxiliares próximos a la base principal que den respuesta a esta creciente demanda. Se proyecta construir dos barrios independientes (para chinos y soviéticos respectivamente), además de un polígono industrial en el corazón de Zvezda-Xing I.
Personajes destacados
Erlen Talyzin
Nacionalidad: ruso
Cargo: Gobernante de la base Zvezda-Xing I
Edad: 52
Erlen Talyzin es un hombre poderoso, un poder que reside en su capacidad para saber escuchar y utilizar luego esa información en su beneficio. Quizás por eso ahora es el máximo dirigente de la colonia soviética en Marte. Un puesto importante, de mucho prestigio y que le reporta no poco beneficios económicos.
Erlen siempre ha sido un hombre fuerte del aparato soviético, una persona que ha sabido mantenerse a la sombra protectora de los grandes mandatarios del Politburó y que conoce muchos secretos. Su ambición le llevó a ocupar puestos destacados dentro del Partido y a hacerse rodear por fieles seguidores que le confiaban información. A tal punto llegó su poder, que comenzó a ser visto como una amenaza; una bomba de relojería capaz de hacer tambalear al gobierno soviético. Por eso se le buscó un puesto destacado, más acorde con sus habilidades diplomáticas, que le mantuviera alejado una buena temporada. Y así se lo comunicaron desde la dirección del Partido: un ascenso a un puesto importante como representante del Presidium del Soviet Supremo. A los pocos días ya estaba embarcado rumbo a Marte, donde tomó el mando en sustitución del antiguo oficial que había supervisado los trabajos de construcción de la base hasta el momento.
***En Recuadro: El Presidium del Sóviet Supremo***
El Presidium del Sóviet Supremo de la Unión Soviética (en ruso Президиум Верховного Совета СССР, Priezídium Verjóvnogo Sovieta SSSR) es uno de los más importantes órganos de gobierno de la Unión Soviética, que ejerce una jefatura de Estado colectiva. Electo por el Sóviet Supremo en sesión conjunta de sus dos cámaras, tiene potestad legislativa. Su sede radica en el Kremlin de Moscú.
Los diputados electos al Presidium duran en sus cargos cuatro años, lo mismo que cada legislatura del Sóviet Supremo. El Presidium está integrado por el presidente, un diputado por cada una de las quince repúblicas, 1 diputado por la Luna y otro por Marte (Erlen Talyzin), un secretario y veinte miembros ordinarios. Todas sus actividades están sujetas a revisión por el Sóviet Supremo, a quien debe remitir todas sus resoluciones. Cada república socialista soviética o república autónoma tiene además su propio Presidium del Sóviet Supremo, cuyas funciones están determinadas por las constituciones locales.
De acuerdo a la Constitución de la Unión Soviética, las principales atribuciones del Presidium del Sóviet Supremo son las siguientes:
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Promulgar decretos.
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Interpretar la legislación vigente.
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Disolver el Sóviet Supremo según lo dispuesto por el artículo 47 de la Constitución y convocar nuevas elecciones.
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Realizar un referéndum nacional por iniciativa propia o a solicitud de alguna de las repúblicas de la Unión.
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Declarar la nulidad de decretos del Consejo de Ministros y los consejos de ministros de las repúblicas en caso de que discreparan con la legislación vigente.
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Relevar al Presidente del Consejo de Ministros y nombrar ministros, siempre que el Sóviet Supremo no se encontrara en periodo de sesiones, con la posterior remisión al Sóviet Supremo para su aprobación.
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Establecer órdenes y medallas, y otorgarlas.
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Establecer títulos honorarios y asignarlos.
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Conmutar penas.
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Nombrar y relevar a los miembros Estado Mayor del Ejército Rojo.
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Establecer rangos militares y diplomáticos, entre otros.
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Declarar la movilización parcial o general.
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Declarar la guerra en caso de ataque a la Unión Soviética o en cumplimiento de obligaciones de tratados internacionales de defensa mutua.
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Ratificar y renunciar a tratados internacionales suscritos por la Unión Soviética.
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Representar al Sóviet Supremo, siempre que éste no se encontrara en periodo de sesiones, en sus relaciones con parlamentos extranjeros.
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Nombrar y relevar plenipotenciarios soviéticos en el extranjero.
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Recibir cartas credenciales de representantes diplomáticos extranjeros acreditados en la Unión Soviética.
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Declarar la ley marcial en una región determinada o en toda la Unión con el propósito de defender al país o preservar el orden público y la seguridad del Estado.
El Presidium también se encarga de asuntos relacionados con la adquisición de la ciudadanía soviética, su retiro o renuncia voluntaria a ella.
***Fin de Recuadro***
Pero lejos de ahuyentar el temor a su poder, lo que han provocado es que Erlen Talyzin se convierta en una amenaza aún mayor. Para empezar, se ha enemistado con su homónimo en la base lunar, Maxim Krestinski, con quien compite por los recursos destinados a las bases espaciales. Krestinski acusa a Talyzin de influir ante los dirigentes del Politburó para desviar fondos en su propio beneficio a costa de dejar en una precaria situación económica la base lunar. No sólo eso, sino que ordena a cargueros con destino a la Luna desviarse hacia Marte para apropiarse de sus recursos. Por si fuera poco, Erlen ha otorgado licencias de explotación a empresas rusas afines a sus propios intereses para que comiencen a operar en Marte, lo que ha provocado el enfado de sus aliados chinos. La situación está llegando a tal punto que tanto chinos como el resto de estaciones espaciales soviéticas amenazan con romper toda relación con la base Zvezda-Xing I. Mientras tanto, Erlen permanece muy tranquilo en su puesto, pues sabe que nadie del Partido actuará contra él a riesgo de despertar a una bestia dormida, que sabe demasiado.
General Wei Yáng
Nacionalidad: chino
Cargo: Máximo representante del Ejército Popular Chino en Marte
Edad: 63
Wei Yáng es un respetado oficial que ha conseguido todo en su carrera militar. Distinguido con el rango de general a la temprana edad de 50 años, Wei Yáng no se conformó con eso y quiso dar un paso más en su carrera. Para ello optó a formar parte del contingente que habría de comandar la primera misión del Ejército Popular de China en Marte. A pesar de su avanzada edad, no dudó en ofrecerse voluntario para capitanear tal proyecto. Meses después ya comandaba al primer retén desplegado sobre el planeta rojo. Ha visto y vivido todas las etapas de su construcción y desarrollo, y fue uno de los afectados cuando un asteroide se estrelló contra el equipo de soporte vital. Ni siquiera entonces quiso abandonar su puesto y se mantuvo firme al mando de las tropas hasta que llegaron los equipos de rescate norteamericanos. Después de eso, todo su personal fue evacuado y sustituido por otros efectivos. Todos menos él, que se negó a abandonar su misión hasta que la bandera china ondeara firme sobre Marte. Así que nadie mejor que él conoce los pormenores de la colonia soviético-china. Y, desde luego, lo que no necesita la base comunista es un dirigente ineficaz, arrogante y soberbio como Erlen Talyzin. Desde que llegó todo han sido problemas y desplantes. El militar chino no está dispuesto a tolerar el insulto y dejar que conduzca a la colonia hacia el desastre más absoluto, pero poco puede hacer para impedirlo. O puede que sí. Hace dos días recibió un extraño telegrama en su taquilla con el nombre de Erlen enmarcado en una diana. También figuraba una fecha y un lugar para un encuentro secreto. Wei Yáng ya es viejo para esto, pero está dispuesto a dar cobertura a quien restaure los valores de la colonia comunista.
Bases dependientes
Base Logística Krasavin: Se trata de un puesto destacado de carácter técnico y militar, cuyo nombre hace honor al héroe de la Unión Soviética Kostantin Krasavin. La base Krasavin se asienta en las inmediaciones del monte Pavonis, donde se han hallado evidencias de presencia de agua en su interior. Desde esta base se planea construir una gran canalización hasta Syria Planum que garantizaría el suministro de agua durante tiempo indefinido. Pero, además, en Pavonis también se acantona un destacamento de mech perteneciente al 143º Regimiento de Fusileros Mecanizados “Yekaterinoslavka”.
Base Kalinin: La base operacional Kalinin (en honor del político bolchevique y estalinista Mikhail Ivanovich Kalinin), es una base científica emplazada en las faldas del monte Olimpo. Esta zona del planeta no se considera territorio bajo la autoridad soviética, lo que ha provocado bastantes encontronazos con el resto de potencias asentadas en Marte. La base Kalinin tiene como objetivo estudiar el origen volcánico del monte Olimpo para una posible extracción de minerales difíciles de conseguir en otras partes del planeta.
Tramas para aventuras
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Ciertas autoridades de la base Zvezda-Xing I están recibiendo unas extrañas cartas anónimas que les citan a un encuentro clandestino en unas coordenadas determinadas de la base. Las misivas terminan con el nombre del dirigente ruso Erlen Talyzin enmarcado en un punto de mira.
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Mientras ingenieros soviéticos realizaban algunas prospecciones en las proximidades del monte Olimpo, han encontrado una vieja astronave abandonada en las inmediaciones. El aparato no presenta banderas ni caracteres que identifiquen su origen. Un equipo de la brigada spetsnaz ya se encuentra de camino con la misión de inspeccionar el interior de la extraña cápsula.
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Del almacén de uno de los laboratorios de Grado III han sido robados los planos de un satélite de exploración que puede ser determinante en la futura conquista del planeta enano Ceres. De inmediato se han cerrado herméticamente todos los accesos a la planta, dejando en su interior a todo el personal que trabajaba en ese momento en el área. Personal de la KGB y el SMS ya trabajan para identificar al ladrón infiltrado.
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Desde el destructor orbital Bragation K-700 se ha detectado la masiva presencia de astronaves en vuelo de aproximación hacia Syria Planum. De momento se han obviado todas las advertencias de que estaban a punto de entrar en territorio soviético y que debían desviar su vuelo, por lo que se ha elevado el nivel de alarma. Todos los pilotos disponibles del regimiento VVS han sido instados a ocupar sus puestos de combate.